La nueva versión de Quilmes con tres delanteros tuvo un estreno positivo. Pese a algunos altibajos, fue superior, llegó con más presencia al arco contrario, marcó tres tantos y le ganó con total justicia a un Gimnasia que solo inquietó a partir de errores del local. Gran tarea de Martín Cauteruccio, autor de dos tantos, uno de ellos un verdadero golazo. Y para completar la historia, importantes tres puntos para reacomodarse en la tabla de posiciones y para meterles un poco de presión a los de arriba en el arranque de la fecha.

Tenía que dejar atrás esos dos golpes duros que había recibido en sus últimas presentaciones. Y lo hizo de la mejor manera, ante un rival que venía en levantada y que, por historia, es un firme candidato a estar envuelto entre los puestos de vanguardia, se mostró superior, pegó en un momento clave y lo pudo definir sobre el final.

Quizás, lo más flojo del elenco de Caruso Lombardi haya estado en los primeros veinte minutos, donde volvió a reiterarse en los continuos pelotazos, como en jornadas anteriores. Por eso, el balón estuvo repartido entre ambos conjuntos y a los dos le costó llegar con peligro.

Pero lentamente, el Cervecero lo fue arrastrando a un Gimnasia que pecaba por su poca capacidad de desenvolverse con soltura cuando su rival se adelantaba en el campo. Y por insistir, llegó un agarrón de Miloc a Martínez dentro del área: penal y roja para el del Lobo por doble amarilla. Cauteruccio no desperdició esa oportunidad, que le permitió empezar a pagar su deuda con el gol en esta temporada. Pero lo mejor del uruguayo vendría un par de minutos más tarde, cuando desparramó a su marcador por el piso y ante la salida de Monetti definió picando la pelota y marcando un verdadero golazo.

Parecía una situación ideal de cara a un segundo tiempo que podía llegar a ser más tranquilo. Pero Quilmes siempre se encarga de complicar las cosas…Y al minuto del segundo tiempo, un error en la salida de Trípodi, un balón que quedó dando vueltas por el área y Vittor aprovechó para romper el arco. Ese tanto envalentonó a un Gimnasia que, herido y sin ideas intentó acorralar como pudo a un Cervecero que no encontraba la pelota.

Todo cambió con el ingreso de Caneo. Aprovechando los espacios, y con un enganche que manejó los hilos, el equipo se encargó lentamente de ir generándose diferentes situaciones de gol para liquidar el pleito. Así lo perdió primero Cauteruccio, después Telechea, en las opciones más claras. Y cuando parecía que iba a sufrir hasta la última bola, apareció Leandro Díaz (de buen segundo tiempo) y definió el juego con un remate de derecha.

Tres puntos que permiten recuperar la tranquilidad. Que invitan a esperar la decisión del entrenador por como seguirá formando el equipo y que lo ponen en carrera para terminar el primer semestre de la temporada de la mejor manera posible.