Por Leonardo Testa

La historia no tuvo el final deseado. La esperanza de llegar con vida al domingo no pudo ser para Quilmes A. En un encuentro cambiante, terminó cayendo derrotado ante Banco Provincia que, aprovechando su primer lugar en la etapa regular, pudo asegurarse el titulo y dar rienda suelta a su festejo. El conjunto dirigido por Mariano Ronconi, no pudo con un Lucas Vila imparable y cayó derrotado en medio de un encuentro al que no le faltaron las emociones y estuvo rodeado de polémicas.

A los trece minutos, tras un error defensivo, Leonardo Deambrosi agarró la bocha, le amagó a Gabriel Encinas, y cruzó la bocha e impidió que Leandro Zenatto evite el primer gol del partido. Enseguida Quilmes fue en busca del empate, salía jugando desde el fondo, o ejecutaban un flick en busca de los delanteros, alternaba distintas variantes para inquietar al arquero Juan Vivaldi o conseguir un fijo para poder igualar el encuentro.

Sin embargo, el empate no llegó por ninguna de las vías mencionadas, ya que tras un pase rasante desde la mitad de la cancha, Abel Encinas aguantó la marca de su rival, y saco un fierrazo al ángulo para igualar las acciones en el marcador. El Cervecero crecía en su juego, sin embargo las acciones más claras eran para Banco, que a través de los fijos buscaba pasar al frente en el resultado.

A los treinta minutos, tras la salida de un fijo, en una de las jugadas más polémicas del encuentro, la terna arbitral decidió sancionar penal. De la ejecución se hizo cargo Lucas Vila, quien puso la bocha al lado del palo derecho y salió a festejar el 2 a 1.

La primera mitad terminaba con el Pirata arriba en el tanteador. Esta ventaja se justificaba en la cantidad de cortos a favor (tres para Banco, uno para el QAC) y en la eficacia de sus delanteros.

En la segunda mitad, el conjunto dirigido por Nicola apostó al contraataque, y a través de los espacios que dejaba Quilmes, generó situaciones para cerrar el encuentro, sin embargo la falta de puntería, mantenía con vida al local. A esa altura, el partido se hacía hablado, aparecieron las tarjetas, y los errores de la terna arbitral, que en algunas ocasiones fueron muy severos, y en otros demasiados permisivos, a tal punto que no sancionaron disciplinariamente a un jugador que caminó con la bocha en la mano, sin permitir que el juego continuara.

Sin embargo, a los 25 minutos se produjo el gran acierto de la terna arbitral. A la salida de un corto debían cobrar penal para QAC, pero acertadamente otorgaron la ley de ventaja, y Javier Taboada convirtió el gol del empate. Aunque la ventaja le duró poco al equipo cervecero, ya que dos minutos más tarde, Lucas Vila y Lucas Rossi manejaron un contraataque letal, que Ignacio Ortiz terminó empujando la bocha para decretar el tercer gol del conjunto de Vicente López.

Los minutos finales fueron de nerviosismo, imprecisiones, protestas, y finalizó con una situación difícil de explicar: faltando diez segundos para finalizar, el tiempo se paró, los referís tenían una roja en la mano, pero después se arrepintieron y la guardaron…

Y solo quedó tiempo para el festejo y delirio de un Banco Provincia que volvió a consagrarse campeón. Del lado de Quilmes quedó la resignación y la bronca por no podido llegar a la Gran Final del domingo y por ese puñado de goles que le arrebato un primer puesto de la tabla tan importante a la hora de la definición.