No se va. El equipo no abandona su lugar en la pelea grande por el campeonato. Más allá de los triunfos rivales, Quilmes volvió a asemejarse a aquel que deslumbraba en el arranque de este año, ganando y goleando a un rival directo como el ascendente Aldosivi. Dos goles tempraneros permitieron consolidar su juego agresivo y de gran compromiso colectivo, que le permitió liquidar las acciones en el tramo inicial. Mientras tanto, Caruso Lombardi sigue deshojando la margarita y no le da un cierre a una posible partida a San Lorenzo…

De antemano se esperaba una jornada de emociones fuertes, y vaya si esto se concretó en el Centenario. Claro que, a pesar de lo que muchos imaginaban, todas estuvieron dentro del campo de juego. Donde el QAC resultó ser una aplanadora para un adversario que llegaba con los kilates de una campaña más que atractiva en los últimos tiempos.

Pero el Cervecero no lo dejó respirar. Lo ahogó desde un comienzo y en las primeras que tuvo, mandó la pelota a la red. Primero con un certero tiro libre de Miguel Caneo (la figura del equipo) y después con una gran aparición al vacío de Leandro Díaz, tras una excelente apilada del uruguayo Cauteruccio. En dos minutos a Quilmes le bastó para calentar el ambiente y para darle dos sopapos que dejaron groggy a los marplatenses.

Encima, tras un exquisito pase de Caneo, el propio Cauteruccio (llegó a la quinta amarilla) anotaría el tercero a los 21 minutos, desparramando al arquero Campodónico por el piso. El partido comenzaba a definirse, a pesar que quedaba mucho tiempo por delante. Porque Aldosivi se exponía intentando ser más agresivo, pero sus fuerzas se agotaban al pisar el área rival.

Para colmo de males para la visita, el Cervecero no se anduvo con chiquitas y arrancó la segunda mitad con las ganas de liquidar las cosas. Y mucho no le costó, porque apenas pasados los diez minutos, Díaz recuperaría una pelota casi como un delantero de área y, de media vuelta, llevaría a cuatro la diferencia en el tanteador. Un error entre Trípodi y Martínez le daría a Roselli la chance del descuento y revitalizó a su conjunto. Aunque, con el correr de los minutos, ese vigor empezaría a apagarse.

Aunque hubo algunas situaciones más para ambos lados, el cierre del encuentro estuvo de más. Solo quedaría lugar para la expulsión de Malcorra cuando el QAC se defendía a puro toque con la pelota. El equipo redondeaba una buena actuación después de varios partidos, con retorno a la victoria incluido. Tres puntos que le permiten subirse nuevamente a la lucha grande, intentando molestar a Instituto y River, los principales candidatos.

En el medio de eso, Caruso discute su continuidad o no al frente del QAC. Su ambigüedad a la hora de las respuestas, solo permite estirar la situación y mantener la incertidumbre. Si seguirá siendo el DT o emigrará a San Lorenzo, es una cuestión que deberá resolverse en las próximas horas. Mientras, su equipo sigue ganando y no tiene dudas: no se quiere bajar de la pelea por el ascenso.