Unión Ezpeleta empató por 3 a 3 frente a J.J. Urquiza como visitante, en cancha de Atlanta. De nuevo, el equipo dirigido por Marcelo Calahonra disputó un gran partido. Volvió a ser base fundamental de su juego, el gran orden defensivo y la inmensa intensidad en cada réplica. De todos modos no pudo ganar. Le terminaron empatando sobre la hora en un partido de tramos cambiantes, pero parejo en general. El resultado dejó un sabor amargo en el final.

Al comienzo de la primera mitad, Unión fue muy paciente cuando no tuvo la pelota. Esperó a su rival bien cerrado de mitad de cancha para atrás. Además, realizó un doblaje de marcas muy intenso, evitando que se filtraran pases que le puedan generar peligro. Mientras que en ataque volvió a aplicar la fórmula que mejor les sale: la contra. La velocidad de algunos de sus jugadores y las medidas de la cancha (40x20mts, máximas de futsal) fueron aprovechadas para marcar dos goles en los primeros seis minutos.

A partir de ahí, los de Ezpeleta fueron amplios dominadores del partido. Tuvieron más la pelota y generaron muchas situaciones claras de gol. Ante esta situación, a los locales no les quedó otra alternativa que ir a presionar arriba y cortar los avances con infracciones. Eso los llevó a cometer las cinco faltas necesarias para que el rival disponga, en cada foul siguiente, de la ejecución de la sexta falta. En definitiva, sobre el cierre de la etapa inicial, Unión tuvo dos oportunidades, que fueron atajadas por el arquero local.

En cambio, en el inicio del segundo tiempo, el cotejo tuvo a Urquiza como dominador de la escena. De entrada generó mucho peligro en ataque. Y a los dos minutos ya consiguió el primer descuento. En ese momento, el juego pasó a tener un ida y vuelta tremendo. Esto favoreció a los locales para conseguir el empate en un contraataque fallido de la visita, en el que el arquero Pablo Penovi perdió la pelota en campo contrario.

Con el resultado igualado, los locales siguieron imponiendo supremacía. Hasta que de nuevo el arquero Penovi volvió a generar una rápida salida desde su área. Aunque esta vez, su jugada terminó con un preciso pase a un compañero. Después, bola cruzada al segundo palo y gol. De ahí en adelante, los de Ezpeleta volvieron a ser más. Encima, el local siguió cometiendo infracciones y acumuló la sexta falta de la segunda etapa. Maxi Zanello se quiso tomar revancha de la que desperdició en el primer tiempo. Pero el arquero local le ahogó nuevamente el grito de gol.

Cerca del final, el partido parecía controlado por Unión, que seguía generando las situaciones más claras. Pero entre el arquero (la figura del partido) y los palos, le dijeron que no al gol que hubiese liquidado el pleito. Y para colmo, en una arremetida, el local se encontró con el empate definitivo, a dos minutos del cierre.

Ahora, Unión recibirá el próximo domingo a Jorge Newbery, uno de los líderes del torneo. De esta manera, los dirigidos por Pichi Calahonra tendrán el desafío de enfrentar a un rival muy complicado, para mantener intacta la ilusión de meterse en la pelea con los de arriba.