Supo cambiar a tiempo. Teniendo en cuenta la postura agresiva del rival, Quilmes supo ser inteligente, adoptó una posición agresiva y combativa, poco vistosa desde el juego, pero que le trajo excelentes resultados. Por momentos, jugando de contraataque, los dirigidos por Omar De Felippe terminaron siendo superiores a Defensa y Justicia y se quedaron con un importante triunfo en el tramo final del campeonato. El equipo mantiene firme su puesto en zona de promoción y todavía no abandona la pelea por el ascenso directo.

Increíblemente, con menos posesión de pelota, terminó siendo mucho más punzante que su rival. Por eso, el QAC fue harto merecedor de la victoria, más allá de no haber brillado. Defensa se golpeó la cabeza para encontrar la forma de agredir a su rival, pero cayó en la incapacidad de saber como habilitar a sus hombres de punta y apenas si pateó algún tiro al arco durante los noventa minutos.

Es cierto que, en la primera llegada en la que pudo patear al arco, Quilmes acertó y eso permitió alivianar su recorrido en el partido. Fue producto de una buena combinación por la izquierda entre Caneo y Mansilla (este último, uno de los de nivel más alto en el equipo), que Facundo Diz selló de tacó para darle forma de golazo a la conquista.

Eso bloqueó emocionalmente a un elenco visitante que hasta ese momento era prolijo con el balón. Mientras tanto, el local terminaba de acomodarse en su postura semi-pasiva, viendo que con un pelotazo largo, muchas veces estuvo a punto de poner a un futbolista mano a mano con el arquero Perafán.

Abroquelado en su campo, combativo y luchador. Esa fue la imagen que transmitió el Cervecero para salir a jugar el tramo final del partido. Aguantar la ventaja fue la principal premisa, pero la mejor con la pelota de parte de Caneo y el ingreso de un movedizo Rescaldani, de a poco fueron llevando a los de De Felippe más cerca del arco contrario. Fu en ese tramo cuando llegó el tanto de cabeza del joven delantero que pertenece a Vélez. L diferencia en el tanteador ya traía un bálsamo de tranquilidad.

Es cierto que todavía faltaba medio tiempo por jugar, pero daba la sensación que ya nada podía pasar. Los cambios no modificaron lo bueno y lo malo de Defensa y Quilmes se encontró con un par de buenas oportunidades para convertir. No lo logró, pero tampoco importó tanto, el gasto ya estaba hecho.

De esta manera, el QAC sumó tres puntos importantes para mantenerse firme en la zona de promoción, pero principalmente para quemar alguna ficha más antes de borrarse de la pelea por el ascenso directo. Parece muy complicado, pero lo último que se pierde es la esperanza.