Los resultados de los más firmes candidatos hacían imaginar en la gran posibilidad de Quilmes para achicar el margen y volverse a meter en la pelea por el ascenso directo. Pero el conjunto dirigido por Omar De Felippe volvió a trastabillar con su falta de identidad y dejó pasar dos puntos muy importantes ante el débil Atlanta. Luego de encontrarse en desventaja en la primer jugada del partido, con horror del arbitro incluido, todo le costó el doble al Cervecero que apenas pudo llegar al empate con un tanto de Caneo. Así, se despide de pelear por el ascenso directo.

Y dejó escapar la última posibilidad. Otra vez el QAC chocó con su propia irregularidad, con errores en su funcionamiento que no le permitieron sacar tres puntos que todos imaginaban en el bolsillo de antemano. Por eso, al no haber podido vencer como local a un rival que hoy está hundido en puesto de descenso directo, quedó afuera de la carrera por los dos primeros lugares de la tabla, a falta de tres fechas del final del campeonato.

Las incidencias inmediatas que tuvo el juego, fueron dándole el tinte por el que luego transitaría el partido. Indudablemente, toda propuesta inicial cambió a partir del gol que convirtió Guido Milán antes del primer minuto. Encima, ese tanto contó con varias irregularidades: la posición adelanta en primera instancia del hombre que luego convertiría el gol y una mano de Bielkewicz, que remató de manera anterior.

A partir de ahí, todo se le hizo cuesta arriba a un Quilmes confundido, desorientado y que apenas en un par de oportunidades (en la mayoría con participación de Caneo, lo mejor del primer tiempo) pudo vulnerar las fragilidades defensivas de un adversario que, llegó más motivado a este cotejo gracias a la llegada del nuevo entrenador y que se sintió cómodo con la ventaja.

Los problemas aéreos del arquero Pellegrino y algunos mano a mano de un Cauteruccio que sigue mostrando lo peor de su nivel con la casaca del Cervecero, hicieron creer en una pronta recuperación. Pero esta no llegó y en el tramo final, la imagen de ambos fu distinta. Porque el QAC empeoró notablemente, con un andar cansino que irritó a más de uno, y porque el Bohemio tuvo un poco más la pelota y encontró ciertos espacios para contraataques, que por carencias propias no supo aprovechar.

Encima de todo, De Felippe volvió a errarle con las modificaciones. El puesto por puesto esta vez no parecía tener sentido dentro de un equipo que caía como local ante uno de los peores del torneo. Pero, pese a eso, un remate al arco esquinado del ingresado Vázquez, permitió un rebote largo del arquero y la aparición de Caneo para decretar un empate que cada vez lo tenía más lejos.

Obviamente, las consecuencias de ese tanto fueron inmensamente opuestas: mientras a Quilmes le dio el vigor y las ganas que hasta ahí poco había mostrado y estuvo a punto de marcar el segundo (un cabezazo de Giménez que se fue pegado al palo), a Atlanta le despertó los fantasmas que sobrevolaron por su cuerpo durante toda la temporada.

De cualquier manera, los de Villa Crespo supieron como sostener un empate que a esa altura ya cotizaba, y casi sin sufrir sobresaltos. Para el QAC un golpe duro y una eliminación de la carrera por el titulo, un poco antes de lo imaginado. Claro que, la historia no se terminó y le restan tres jornadas para saber cual va a ser el balance final de su recorrido por el certamen más exigente de la historia en la categoría.