Tras ocho días de pasión, espíritu solidario, emociones, drama y habilidad, culminó en la capital mejicana la X Homeless World Cup, torneo anual destinado a la lucha contra la indigencia a través del fútbol de calle. Las selecciones masculinas y femeninas de Hecho Club Social (HCS), dirigidas por el quilmeño Sergio Rotman, dejaron bien parado al país: los varones culminaron cuartos, mientras que las chicas lo hicieron en la séptima ubicación. Chile fue el campeón en el torneo masculino y los locales en el femenino, aunque, en este certamen, todos son vencedores ya que el partido más importante es el que cada jugador logró vencer mucho antes del pitazo inicial.

Disputado desde el 6 de este mes hasta ayer en la Plaza de la Constitución (El Zócalo) del Distrito Federal, en esta nueva edición del Mundial, del que Argentina participa ininterrumpidamente desde 2003, compitieron un total de 48 equipos. El elenco masculino disputó el Grupo B junto a Costa Rica, Irlanda, Noruega, Camboya y Guatemala. Con dos victorias, y 22 tantos, conquistó 6 puntos y fue pasando de fase hasta llegar al partido por el tercer puesto de la Copa de la Calle a la Cancha, en el cual empató 4 a 4 ante Dinamarca, perdiendo en la definición por penales.

Por su parte, las chicas compartieron el grupo A con Méjico, Chile, Holanda, Kirguistán, Hungría, Colombia, Estados Unidos, Canadá, Paraguay, Guatemala y nada menos que Brasil e Inglaterra. En los clásicos no le fue muy bien, cayó rotundamente 8 a 2 frente a los sudamericanos y empató en 7 ante los europeos, encuentro que ganó por penales. En esa fase tuvo cinco victorias, una derrota por penales, marcó 57 goles y cosechó 14 puntos. En las instancias finales perdió 4 a 3 ante Colombia, ubicándose en el 8vo lugar de La Copa Femenina.

Rotman, quien, además de entrenador, es el fundador del programa HCS y de la Liga de Fútbol por la Inclusión Social, proyectos integrados por gente en situación de calle, adictos en recuperación, refugiados y ex convictos, aseguró “El fútbol es una poderosa herramienta para generar cambios positivos en las personas. Los participantes logran elevar su autoestima, afianzar vínculos, recuperar visión ciudadana y constituirse en verdaderos líderes de cambio para sus pares a veces excluidos”.