La delegación nacional de atletismo mostró un gran rendimiento en el Campeonato Sudamericano de Menores disputado en Mendoza entre 26 y 28 del mes pasado, cosechando cinco oros, seis medallas de plata y seis bronces. En ese marco, la estrella argentina fue el bernalense Joaquín Gómez: el lanzador de martillo de 16 años recién cumplidos batió su propio record, alcanzando los 81,15 metros, coronándose campeón y estableciendo una nueva marca continental. “Estoy muy feliz por el presente que estoy teniendo, esperaba tener este rendimiento. Voy creciendo de a poco, mejorando la técnica, la preparación y las marcas”, sostuvo.

Lo impresionante de este chico que cursa el 4º año en el Instituto Sagrada Familia y se desarrolló en la Escuela Municipal de Atletismo de Avellaneda, es que las tres anteriores plusmarcas también son suyas. Además, este nuevo record significa el tope de las escalas históricas nacionales y metropolitanas en Menores, según informó la Federación Metropolitana de Atletismo y, para seguir creciendo, aún le espera un año más para desarrollarse en su categoría, donde tendrá por delante el Mundial de Ucrania.

Desde que se inició en esta disciplina, lanzando con un martillo diseñado por su padre (Ver Sagrada familia) con una pelota de básquetbol, el trayecto de Joaquín tuvo un rápido ascenso acumulando dos Sudamericanos Escolares (Ecuador 2009 y Perú 2010) y participando el año pasado del campus internacional de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), donde estuvieron los olímpicos argentinos Jennifer Dahlgren y Juan Cerra y el ex atleta ruso Yuriy Sedykh, quien estableció el actual récord mundial de lanzamiento de martillo (86,74 m).

“De chiquito lo veía a mí papá que tenía en mi casa dos martillos y se los agarraba para jugar, entonces él me hizo uno de juguete. Jugando es como empecé a lanzar”, retrata el flamante Campeón Sudamericano de Menores.

- ¿A qué edad comenzaste a practicar atletismo?

- A los siete le sacaba los martillos a mi papa a escondidas, entonces él me hizo un martillo con una pelota rellena de trapo y a los nueve pidieron permiso para que pudiera empezar a competir.

- ¿Sentís presión por ser el hijo de un gran martillero?

- No, en realidad es una ayuda porque él sabe mucho del tema.

- ¿Tenés algún referente?

- Sí, Youri Sedykh, Vadim Deviatovski, Juan Ignacio Cerra y Daniel Gómez, mi papá.

- ¿Que te dejó compartir varios días con Sedykh?

- Muchos cambios técnicos. Fue una experiencia muy buena porque conocí a muchas personas y aprendí sobre lo que me gusta.

- ¿Cómo imaginás tu futuro?

- Me gustaría llegar a los Juegos Olímpicos y, por supuesto, sacar alguna medalla.