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En medio del flojo momento futbolístico que le toca vivir, Quilmes pudo darse el lujo de tomarse un ratito para celebrar. La institución cervecera cumplió 125 años de vida y lo festejó con un encuentro amistoso en el Centenario, donde volvió a ganarle al elenco chileno de Santiago Wanderers, en este caso por 2 a 0, adjudicándose la segunda edición de la Copa Decano de los Andes. Además hubo reconocimientos para glorias de la institución y un desfile de cada una de las disciplinas que se llevan adelante en el club. La nota mala: la gente invadió el campo y los jugadores debieron escaparse antes que termine el partido.

En menos de veinticuatro horas la familia cervecera hizo borrón y cuenta nueva. Escondieron el chip del Torneo Inicial para darle rienda suelta a la celebración. Es que, 125 años no se cumplen todos los días y la cifra merecía un festejo a la altura del acontecimiento.

Todo comenzó con el homenaje a ex figuras de la institución, como los casos de Laura Montalvo (tenista profesional que participó en dos Juegos Olímpicos), Alejandro Bender (Judoca que también participó en dos Juegos; en la actualidad es rugbier del CUQ), Alfredo Quacquarini (ex jugador de hockey de la Selección Nacional y ganador del Olimpia de Plata en 1973), Ernesto Margni (atleta paralímpico que participó en los Juegos de Sydney y Atenas), Ubaldo Fillol, Ricardo Bertoni y Julio Ricardo Villa (campeones mundiales en 1978), Florencia Peña y Guillermo Muir (jugadores de hockey que acaban de retirarse, luego de haber transitado varias décadas vistiendo los colores de la institución).

Luego llegó el momento en el que el presidente Aníbal Fernández acompañó al Secretario de la Confederación Sudamericana de Fútbol, José Luís Meiszner, en el descubrimiento de una placa con la que el organismo sudamericano nombra al QAC como la institución década del fútbol argentino.

Luego llegó el momento del juego. Y allí fue momento para que varios de los futbolistas que habitualmente tienen pocos minutos, tuviera su chance de mostrarse ante la mirada del entrenador. En un cotejo cerrado, la apertura en el marcador se dio con un blooper: el arquero Viana quiso salir con pelotazo, pero el balón rebotó en Adrián Toloza y se terminó metiendo en el arco visitante. Unos minutos más tarde, Gervasio Núñez anotaría el segundo, con un centro que nadie desvió y se terminó colando por el segundo palo.

Durante y después del fútbol, hubo hechos positivos y negativos. Por un lado, el desfile y reconocimiento de las distintas actividades amateurs que transitan el día a día del club (Artes Marciales, Patín, Básquet Masculino y Femenino, Escuela de Estimulación Deportiva, Tenis, Escuela de Fútbol, Natación, Gimnasia Artística, Hockey Damas y Caballeros y Fútbol Infantil) que recibieron el aplauso de todos los presentes durante su recorrido por el campo del Centenario. La mala fue el ingreso de la gente, cuando todavía no había finalizado el encuentro y que le dio paso a innumerables desmanes que empañaron un poco la fiesta.

De cualquier manera, el Cervecero se pudo dar el gusto de disfrutar de su día. Es que, más allá de del presente deportivo, 125 años no se cumplen todos los días.