Lejos estuvo de parecerse Quilmes al de los últimos tiempos. Por eso, no pudo salir de un desabrido empate en casa ante un conjunto aún más necesitado de puntos como San Martín de San Juan. En la fría noche de sábado, los dirigidos por De Felippe mostraron su peor versión de lo que va del año, con muy bajos rendimientos individuales y sin demasiadas ideas para poder vulnerar a un rival que no le dio ventajas en ningún momento del juego. La única positiva: el esperado regreso de Caneo, después de más de cinco meses sin jugar en el torneo de Primera División.

Una nueva oportunidad que deja pasar el Cervecero en este tramo decisivo de la temporada. Porque, por tercer encuentro consecutivo no pudo derrotar como local a un rival directo (Rafaela e Independiente los anteriores) y tampoco pudo aprovechar los malos resultados de otros conjuntos que están en la misma pelea, para poder despegarse definitivamente del fondo de la tabla de los promedios.

Pero a diferencia de cotejos anteriores, lo más preocupante de este caso fue que el equipo mostró una involución en su juego. Después de un crecimiento constante que venía proyectando durante este año, esta vez el QAC se topó con la fortaleza y convicción de un San Martín que tuvo muy en claro su papel durante los noventa y pico de minutos que duró el juego en el Centenario que terminó sacando a la luz falencias propias que hacía un tiempo que no se veían. Encima, también quedó al descubierto que el equipo sufre ante la ausencia de algunos referentes claves, que esta vez no fueron de la partida por lesión o suspensión.

Flojo trato de balón, poco criterio a la hora de elegir opciones, errores claros y evidentes en situaciones de fácil resolución, terminaron convirtiéndose en un combo que destiñó la imagen de las fechas pasadas. Apenas algunas ráfagas de la etapa inicial (principalmente llegando por derecha) y la energía mostrada en el principio y el final del tramo complementario, sirvieron para maquillar un poquito tal vez, una producción que estuvo lejos de ganarse un aprobado.

Ni siquiera el regreso de Miguel Caneo (el momento de más ebullición de toda la noche) permitió que los dirigidos por Omar De Felippe encontraran el rumbo adecuado. Es más, dos tapadas de Trípodi fueron vitales ante la insistencia de los sanjuaninos, que se la jugaron un poco más ante los espacios que su adversario le dio en los últimos minutos.

A diferencia de lo que fue la igualdad conseguida en cancha de Lanús, este punto tuvo sabor a derrota y desilusión. A la hora del balance y la reflexión, solo queda esperar porque haya sido una mala noche y que el Cervecero recupere gran parte de su nivel cuando en nueve días visite la provincia de Córdoba. De eso dependerá para no volver a complicarse seriamente en el camino hacia la salvación definitiva.