Hubo que transpirar más de la cuenta, pero al final todo fue alegría en el estadio de Vélez. Sergio Maravilla Martínez retuvo por puntos su corona mundial CMB de los Medianos, después de disputar doce rounds durísimos frente al británico Martin Murray, que hizo un gran combate y llegó a hacer caer al campeón mundial en el octavo asalto. El quilmeño volvió a tener problemas en su mano izquierda, que no lo dejó realizar su plan de pelea. De cualquier manera, la multitud tuvo su fiesta bajo la lluvia en Liniers.

Los primeros asaltos fueron todos para el campeón, quien manejó la distancia y el ring a placer, ante un retador que solo intentó mantenerse compacto con la guardia cerrada y esperar su momento. Estas vueltas serían importantísimas al final del combate, ya que a partir de la mitad del duelo, Murray (25-1-1 / 11 nocauts) comenzó a mostrarse peligroso, incluso tirando a Martínez (51-2-2 / 28 nocauts) en el octavo y nuevamente en el décimo, aunque en esa ocasión el árbitro Barrovecchio no la contabilizó, acusando empujón.

El inglés logró entrarle varias veces al quilmeño en ese tramo de la pelea, pero fueron más las que falló, provocado por el constante esquive de Maravilla que desataba el “Ole” en las tribunas. Esto, para quienes no lo saben, los jueces lo cuentan y es parte del porqué del fallo. ¿Murray lo fue a buscar? Sí, lo hizo y demostró estar a la altura de las circunstancias, pero esperó demasiado y erró demasiado y, para peor, cuando tenía que apretar el acelerador fue detenido por Martínez, quien, con su potente zurda fisurada, igualmente logró arrinconarlo para demostrar quién es el campeón y remontar un pleito que se había complicado más de lo previsto.

Arengado por más de 40 mil almas al grito de “dale campeón”, Maravilla sacó su raza de campeón en el último round y, a puro corazón, terminó de cerrar el duelo. De esta forma, en un fallo unánime de las tarjetas -los números de los tres jueces fueron 115-112-, defendió por primera vez el cinturón de su segundo reinado mundial, en lo que fue una noche histórica para el boxeo argentino.