No hay manera, no hay forma. Por lo menos, es lo que le toca vivir a Argentino de Quilmes que no puede cortar su mala racha y sigue acumulando frustraciones en el arranque de la temporada. De nuevo actuando como local en la cancha de Defensa y Justicia, el equipo que dirige el Búfalo Szeszurak cayó derrotado por la mínima diferencia en un duelo cerrado y bastante parejo, donde por momentos se mostró superior a Cambaceres. Un nuevo error propio fue la diferencia que le dio el triunfo a los de Ensenada y que amplió las dudas dentro del elenco de la Barranca.

Es un karma que le está tocando vivir al Mate en su regreso a la C: no es menos que sus rivales, pero así y todo no puede sumar. Es por eso que la preocupación va en aumento, ya que el comienzo del campeonato no es el que se esperaba. Y aunque el recorrido es largo, se espera que la situación empiece a cambiar lo antes posible.

Argentino se mostró superior en el inicio del encuentro, amparado en su búsqueda de protagonismo, sabiendo de la necesidad que tenía por sumar. Es por eso que, cuando apenas se disputaban 10 minutos Hernán Centurión remató y la pelota dio en el palo. La respuesta del Rojo de ensenada llegaría solo a través de algunos centros peligrosos, que obligaban a alguna veloz salida del arquero Adrián Leguizamón. Sin dudas, durante ese tramo inicial, el local demostró ser un poco más que su adversario.

El complemento había comenzado igual hasta que llegó el minuto 15, donde cambió la historia: Matías Correa intentó ceder atrás un balón a Leguizamón, pero se quedó corto. El delantero Maximiliano Badell, más atento que el resto, robó la pelota y tocó por arriba del arquero para anotar lo que sería el único tanto del encuentro. Casi sin proponérselo, Cambaceres se ponía en ventaja y le tiraba toda la presión a su rival.

A partir de ahí, los dirigidos por Guillermo Szeszurak perdieron la brújula del partido y, por primera vez, comenzaron a ser superados en el juego por su rival. El equipo se adelantó y Camba en dos ocasiones casi lo liquida de contra. Hubo un remate de Vinaccia que se estrelló en el palo derecho y después una pelota que no pudo conectar Huerta, cuando la habían bajado dentro del área.

El final del partido mostró situaciones lamentablemente repetidas en los últimos tiempos. Frustración y amargura dentro de un plantel que acumuló su cuarta derrota en lo que va del torneo y que, lentamente comienza a complicarse la vida. Es cierto, queda mucho por delante, pero los puntos cada vez son más necesarios para generar tranquilidad y recuperar la confianza perdida.

Foto: Rojo pasión