“No será fácil, pero estoy seguro que vale la pena jugarse por un sueño y vine a cumplirlo”, adelantó el triatlonista oriundo de Caleta Olivia, pero quilmeño por adopción, Crhistian Burgos, en la previa del desafío más importante de su carrera: el mítico Mundial de distancia Ironman de Hawaii. Y, en esta 35º edición disputada el fin de semana en Kona, realmente cumplió, completando el recorrido de 3,8 Km. de natación, 180 de ciclismo y 42 de atletismo, con una más que importante marca de 9H 36M 33S -el máximo era de 17 horas-. Durante su merecido descanso a la orilla del Pacífico, Crhistian analizó para DQ su gran desempeño entre los mejores del planeta.

El atleta de acero de la ciudad no se amedrentó en ningún momento ante la gran exigencia física y mental de la competencia, obteniendo parciales de 58’ en natación, 4H 57’ en la bicicleta y 3H 31’ en la parte de carrera a pie. De esta forma, finalizó, entre nada menos que 2200 participantes, en el puesto 324 de la General y en el 85 -entre 400- de su categoría (30/34 años). Además, se ubicó cuarto entre los 21 argentinos que estuvieron en Hawaii.

- ¿La preparación para la carrera fue similar a la de las anteriores?

- Fue igual que para los otros Ironman, la única diferencia es que me tocó entrenar en invierno y saltar al verano de Hawaii. Eso se siente, pero por suerte no me complicó mucho. Iba preparado psicológicamente para sufrir el calor.

- ¿Fue todo tal como lo imaginabas?

- Resultó mejor de lo que esperaba. Como fui con la información de que en Hawaii los tiempos suben por las condiciones climáticas y la dureza del circuito, tenía la meta de bajar las 10 horas y lo conseguí.

- ¿Qué sensaciones tuviste al momento de largar junto a la elite de tu deporte?

- Si bien ellos largaron media hora antes, uno los podía ver en persona, algo a lo que no estamos acostumbrados. Si a eso le sumás la magia que tiene el Ironman, el entorno y la mística de la isla, todo era un combo perfecto para emocionarse y guardarlo en la retina.

- ¿Y al cruzar la línea de meta?

- ¡En ese momento pensé en todo! ¡Se te cruzan por la cabeza millones de cosas! Desde el porqué estas ahí, cómo lograste llegasr, cuánto esfuerzo te costó, los amigos que te ayudaron… Creo que la pasión que uno le pone a este deporte es tan inmensa que te hace hacer cosas grandes. Fue muy difícil cruzar esa línea, pero valió la pena.

- Siempre dijiste que disputar el Iron Man de Hawaii era tu máximo sueño, ¿cómo se sigue ahora que lograste cumplirlo?

- Este es el momento de las evaluaciones. Sinceramente no estoy seguro de cómo continuará la historia. De lo que sí estoy seguro es de que cumplí con mi máximo sueño deportivo.