Para algunos será un consuelo de tontos, pero no deja de ser una meta cumplida en medio de una temporada en la que la ilusión se fue desvaneciendo lentamente. Después de haber quedado eliminado de los Playoffs del Metro ante Ciudad A en el alargue del encuentro de Cuartos de final, Quilmes A se recuperó y venció a Ducilo por 3 a 2, en el encuentro valido por la definición del 5to puesto. Además, logró la yapa: con esta victoria se aseguró la participación en la Copa de Honor que se disputará el año que viene.

Luego de la caída ante Ciudad, el Cervecero revirtió el resultado y cerró el año con una victoria que le permitió clasificarse a la Copa de Honor 2013. Mientras que los de Berazategui deberán medirse con el campeón de la Copa Baires para poder disputar el torneo de pretemporada.

Desde el arranque del encuentro el QAC pisó fuerte y marcó presencia en el área rival. A pesar de las buenas intervenciones de Agustín Abrate, a los 8 minutos, en el rebote de un córner corto Juan Tubio abrió el marcador. De ahí en más el partido fue de ida y vuelta. Ambos equipos contaron con oportunidades a través del fijo pero fueron bien resueltas por la defensa rival. Sobre el final de la primera etapa Ducilo tuvo mayor posesión y generó peligro en el arco cervecero.

En el complemento se abrió el partido y pudo ser para cualquiera de los dos. Luego de varios intentos, los de Berazategui encontraron a la defensa rival mal parada y sacaron provecho: a los 14 minutos, Nicolás Quevedo envió el centro atrás y Franco Arango la empujó para poner el empate. Sin embargo, Quilmes reaccionó a tiempo y a los 16, también tras varios rebotes, Abel Encinas remató cruzado y volvió a adelantar al Cervecero. Y a los 22 minutos, Franco Ramponi aprovechó los espacios en el fondo del rival para convertir el 3 a 1 a favor de los dirigidos por Juan Pablo Tisera. Pese a esto, Ducilo siguió dando batalla y logró el descuento a los 27 minutos a través de Quevedo.

Si bien, el Tricolor mostró mayor protagonismo en los instantes finales, no tuvo la claridad necesaria para poner en peligro el triunfo rival. Entonces Quilmes pudo festejar el haberse quedado con un nuevo clásico, haber logrado el objetivo de mínima en la temporada y permitirse una despedida de la temporada con una sonrisa.

Foto: Gentileza Melina D’Aniello