Se terminó la temporada del Turismo Carretera y, como sucedió a lo largo de todo el año, Mauro Giallombardo sufrió diferentes alternativas que lo hicieron ver las principales emociones desde bien lejos. El ganador del torneo en 2012 culminó la última final disputada en el Autódromo de Buenos Aires en el puesto 28°. Por otro lado todos los flashes se fueron con Diego Aventín, que se transformó en el gran luego de un contundente año en la categoría. La carrera quedó en manos del Pato Silva que se exigió al máximo para luchar por la corona.

Fue otro fin de semana complicado para el Ford de la Rana, que debió arrancar la final desde el fondo de la grilla de salida y, pese a haber recuperado muchas posiciones, no consiguió más que quedar en un lote de autos bien alejado de donde estaba la pelea más interesante de la calurosa mañana de domingo en el trazado porteño.

La carrera se vivió con mucha intensidad e incertidumbre, porque la tensión se centraba en el resto de los pilotos con posibilidades matemáticas. Y llegó a la conclusión con Silva adelante, Aventín consolidado en el segundo lugar, pero un momento de zozobra aparecería en la vuelta 24, en dónde por invasión de público la carrera se finalizó una vuelta antes, algo que parecería complicado de entender para algunos simpatizantes. La tercera colocación le correspondió a Matías Rossi que también realizó una gran carrera.

Fue un año en el que las cosas le salieron como quiso a Aventín, un potencial excelente en el Ford N° 14, un conjunto técnico a la altura de las circunstancias y muchas polémicas y críticas a lo largo de este certamen que lo terminaron favoreciendo en este torneo. Con tres victorias en este 2014, dueño de la etapa regular, una importante mitad de campeonato y una Copa de Oro que siempre se mantuvo en los puestos de vanguardia, fueron las situaciones por las que hoy festeja el oriundo de Morón.