La primera división masculina del Quilmes Atlético Club hizo su estreno en una nueva temporada del torneo organizado por la Federación Metropolitana de Buenos Aires. Y en esta etapa renovada, con nuevos jugadores y ahora bajo la conducción de Luciano Occhipinti, el equipo obtuvo una contundente victoria al vencer, en condición de local, al Club Atlético Bernal por 56 a 38. Leandro Michel fue una de las principales figuras del clásico, ya que con sus 14 puntos se transformó en el goleador del partido.

Después de un mes y medio que estuvo parado el campeonato (al igual que Superior femenino), finalmente se dio inicio, y los cerveceros mostraron que un buen ritmo de juego y una buena defensa, lo que les permitió distanciarse de su rival zonal.

El arranque del partido fue bastante errático de ambas partes, goleo muy bajo (5-3 promediando los cinco minutos) y Bernal se plantaba en una defensa muy cerrada lo que obligaba a tiros externos de los locales. Quilmes en defensa estaba bien, recuperaba y corría la cancha pero no lograba capitalizar. A falta de dos minutos y medio, el Cervecero salió a presionar desde muy arriba y cambió a zona, sin embargo, en ataque no era certero y lo pagó caro con las contras aprovechadas por la visita que consiguió ponerse a tres de diferencia al finalizar el primer chico (10-7).

El arranque del segundo cuarto volvió a ser chato, con errores de los dos lados, y con muchas faltas (CAB a los ocho minutos estaba en penalización). No obstante, a partir de la notable actuación de Michel, el buen ingreso de Facundo Varela, y las penetraciones de Facundo Ledesma, el QAC consiguió sacar una amplia diferencia (21-12) y tomó el mando del cotejo. A pesar que la visita quiso achicar y salió a presionar toda la cancha en los últimos segundos, el local mostró categoría y contundencia y lo cerró muy bien sacando la máxima del período (27-16).

El segundo cuarto fue un punto de inflexión en el partido y el tercero terminó de sellarlo: Quilmes continuó sólido en ataque, concentrado en defensa, y aprovechando las corridas, sumado a la poca reacción del adversario, tuvo como consecuencia la máxima de 44-24. Los últimos diez minutos fue más de lo mismo, el Cervecero rotó más el banco y los más chicos tuvieron sus minutos en cancha. Aunque la intensidad defensiva bajó, nunca dejó de ser el claro dominador y se llevó la victoria.