Tras su dura caída del 7 de junio frente al puertorriqueño Miguel Cotto, ante quien cedió su corona de las 160 libras, todo el mundo boxístico supuso que ese había sido el último combate de Sergio Martínez. Incluso su entrenador, Pablo Sarmiento, dijo que esperaba que no volviera a pelear. Sin embargo, Maravilla anunció que daría su decisión luego del Mundial de fútbol Brasil 2014, tiempo en el cual meditaría acerca de su futuro. Y cumplió con su palabra, dando a conocer que todavía no está preparado para colgar los guantes: "quiero enfrentar a un rival elegido entre los primeros diez del ranking para intentar recuperar el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB)".

“He decidido regresar y borrar los horribles recuerdos de lo que pasó cuando perdí con Cotto”, aseguró Martínez de 39 años y comentó que “fue una decisión personal” la de continuar en el boxeo y, como es su costumbre, “consensuada con su equipo” de colaboradores. Su representante, el uruguayo Sampson Lewkowicz dio más detalles acerca del anuncio realizado por el quilmeño: “nos reunimos con Sergio en su casa de Madrid y dice que está ciento por ciento saludable y listo para hacer lo que se necesita para volver a lo más alto del boxeo” pero que “primero se someterá a una batería completa de pruebas de la cabeza a los pies con los mejores especialistas en Nueva York y esperará la autorización médica para regresar al ring”.

Por su parte, el promotor de Maravilla en Estados Unidos, Lou DiBella, opinó que “un gran boxeador como Martínez merece el beneficio de la duda si siente que puede competir a nivel de elite”, y recordó que Martínez “ya se recuperó en el pasado, cuando perdió con Antonio Margarito. Puede hacerlo de nuevo, así que vamos a hacerlo pelear con alguien que pueda ponerlo en línea para después tener una oportunidad por el título mundial”.