Vuela Marclay. Para transformarse en el jugador diferente que tiene el equipo y para empezar a consagrarse como uno de los mejores valores de la categoría. Vuela Argentino de Quilmes. Que sumó su tercera victoria consecutiva y comienza a prenderse entre las principales posiciones de su zona. Los dirigidos por Oscar Santángelo disputaron un encuentro vibrante en Rosario, donde las delanteras fueron principales protagonistas, pero donde la gran figura fue el Pájaro, que con tres goles y otra actuación destacadísima, fue el valor clave para superar a Central Córdoba.

Partidazo en el Gabino Sosa. El viejo estadio ubicado en la entrada a Rosario fue testigo de dos equipos que se prodigaron en todo momento por el espectáculo. Con una primera mitad electrizante, donde sobraron las jugadas de peligro y abundaron los goles, mientras que en el tramo complementario, cada uno eligió un rol debido a las circunstancias y obligaciones, pero la emoción se mantuvo hasta el desenlace.

Desde el inicio el match se vislumbraba que tendría buenos condimentos y estos no tardaron en llegar. Cuando apenas se habían disputado siete minutos, Matías Correa abrió la cuenta con un frentazo en el primer palo, después de un centro de Marclay que llegó desde la derecha. Pero la historia no tendría descanso para el espectador, ya que fiel a su costumbre, los de la Barranca no se replegaron y a los diez, con una gran apilada, el Pájaro anotaría el segundo tanto casi abajo del arco.

Parecía que estaba para goleada de la visita, pero los de Santángelo marcaron muy mal atrás durante esa mitad y los rosarinos lo aprovecharon: Matías Fernandez impactó a la pelota de cabeza ingresando por el segundo palo tras un tiro libre de la derecha, para que la cosa se vuelva más atractiva.

Una nueva aparición de Marclay parecía ser una nueva salvación para el Mate. El delantero, a esa altura ya incontrolable por la banda izquierda, recibió una falta dentro del área a los 26 minutos. Penal y gol cambiado por el propio protagonista de la tarde. Otra vez su equipo arriba por dos, pero… apenas ciento veinte segundos más tarde, apareció Amilivia para achicar de nuevo la distancia al quedar mano a mano con el arquero.

El primer cuarto de hora de la segunda mitad fue todo de Central Córdoba. Adrian Leguizamón debió revolcarse en varias, tuvo intervenciones notables y en otras recibió alguna ayuda extra (remate de Villagra al travesaño). Fue en ese momento cuando Santángelo decidió cambiar la postura habitual de su equipo, reemplazando a casi todos los creativos de la mitad de la cancha por jugadores con marca y dinámica, que le permitan correr el partido unos metros más adelante del campo.

Y Argentino sabía que una iba a tener a partir de ese momento, no se desesperó y la oportunidad apareció: Alessandrini se llevó el balón y pese a que se encontró en posición para definir, decidió tocar al medio para Marclay, que desparramó al arquero para llegar al primer hattrick de su carrera.

Impresionante triunfo del Celeste, que se hizo fuerte en una cancha difícil por historia y categoría de su rival. Tres puntos que le dan más confianza en esta remontada que sigue evidenciando el equipo y que lo posicionan cerca de los líderes de la zona B. Dentro de siete días tendrá la chance de ratificar como local este buen momento que le toca vivir.