Se quedó con las ganas de seguir enhebrando victorias el Quilmes de Sava. Pese a haber hecho casi todo el gasto, haber contado con las ocasiones más propicias de gol y hasta haber jugado casi todo un tiempo con un jugador más que el rival, volvió a chocar con la misma piedra que hace quince días atrás. Temperley se ha convertido en la sombra negra del equipo del Colorado, que volvió a proponerle un partido duro, le cerró los caminos y terminó festejando el punto como local.

Seguramente, de antemano el empate no hubiera un mal resultado ante uno de los adversarios más molestos que tiene el campeonato y jugando en su cancha, con su gente y en la fecha de los clásicos, donde toda rivalidad se potencia un poco más. Claro que, después de haber visto el trámite de los noventa minutos, el sabor termina siendo un poco agridulce para el Cervecero.

Es que, el QAC fue el verdadero protagonista de la historia. Muy superior en la primera etapa, donde contó con buenas chances para definir (Crivelli se la tapó a Canelo y el Droopy Gómez hizo estallar el balón contra el travesaño y luego pico en la línea, en las más claras) y siendo el único que busco el triunfo en el complemento, después que el local se quedara con diez por la infantil expulsión de Brandán que lo hizo replegar a su equipo, al punto de solo pensar en defenderse.

Niveles altos, juego asociado y profundidad en el mejor momento de Quilmes, se hubiera traducido mucho mejor con algún gol de ventaja al descanso. Después se hizo amo y señor de la historia, pero bajó la intensidad, llegaron los errores y comenzó a mostrar serias carencias para vulnerar el murallón defensivo propuesto por el Celeste. Tuvo casi todo el tiempo la pelota, pero no le sirvió molestar demasiado al rival.

En síntesis, el equipo sigue sumando, mantiene su racha invicta desde la llegada del nuevo entrenador y sigue mostrando aspectos positivos para rescatar y destacar de su juego. Jugando como lo hizo en la primera parte, seguramente volverá a salir victorioso en el corto plazo. Además, por suerte no tiene que medirse más con Temperley por esta temporada. Un problema menos.