En vísperas de un nuevo Juego Olímpico, Deportes en Quilmes entrevistó al polémico y controvertido presidente del Comité Olímpico Argentino, Julio Cassanello. Con una larga trayectoria en el campo de la dirigencia deportiva, el ex presidente del QAC, hace su análisis del presente de las disciplinas amateur y da su opinión sobre que medidas habría que tomarse para mejorar el rendimiento de los atletas argentinos.

- ¿Cuál fue su primer vinculo con el deporte?

- Yo comencé jugando al básquet en el Quilmes Atlético Club a los 10 años. Fui infantil, cadete, hasta llegar a primera división. Desde ahí fui a jugar a uno de los clubes más importantes, en ese momento, de la ciudad de Buenos Aires que era Ateneo de la Juventud que había pedido mi pase. Además, llegué a jugar en la selección provincial.

- ¿Cómo se involucró en el costado dirigencial?

- A los 35 años dejo la practica activa del deporte y, circunstancialmente, me invitaron a integrar un lugar en la Comisión Directiva del QAC. La verdad que en ese momento no me tentaba, pero por pedido de mi amigo, Amilcar Rosso -ex presidente del QAC-, entré como vocal suplente. Eso me produjo un acercamiento con un grupo de personas y me terminé enrolando en una corriente política dentro del deporte.

- ¿Alguna vez se imaginó teniendo una carrera política en del deporte?

- No, yo solo acompañaba a los amigos. Hasta que por los ´70 la lista azul encabezada por Marcos Budesky gana las elecciones y yo paso a ser representante de Quilmes en la AFA. Al mismo tiempo, paso a ser representante de los clubes de la Primera B en el Consejo Directivo. Eso hasta el año 74, cuando paso a ser Presidente de la institución.

- Es la época de una gran “revolución futbolística” en el club…

- Tuvimos la suerte de realizar muy buenas campañas. En el 75 logramos el ascenso en una gran temporada; en el 76 y 77 competimos dignamente en Primera y en el 78 salimos campeones, participamos de la Copa Libertadores en el 79, año en que tengo que dejar la conducción del club para hacerme cargo de la Intendencia Municipal.

- ¿Qué recuerdos le quedan de esa época? Todos destacan los títulos del fútbol…

- (Interrumpe)… Si, lamentablemente todo el mundo solo recuerda las campañas del fútbol y eso me hace pensar que la gestión hubiese sido un fracaso si no se hubieran conseguido esos logros. Pero a mi me pone contento que, durante todos esos años, tuvimos superávit…Y en cuanto a recuerdos, tal vez, el haber llegado al club en una etapa difícil y de a poco pudimos levantar la parte baja de la nueva sede, el buffet, el sauna, luego la parte alta y conseguimos las tierras del predio de hockey. Obvio que no me olvido del título en Rosario, algo que espero pueda repetirse alguna vez.

- ¿Desde que año integra el Comité Olímpico Argentino?

- La AFA me pidió si podía representarla en el Comité en el 77 y a partir de ahí, empecé a tener una mayor cercanía con los deportes amateurs. Arranqué como vocal y fui pro-secretario, secretario y vicepresidente, hasta llegar a la presidencia hace más de tres años. Además, soy el presidente de la comisión legislativa de ACNO (Asociación de Comités Nacionales Olímpicos), que agrupa a los 205 comités que hay en el mundo. También soy miembro de la ODEPA que organiza los Juegos Panamericanos.

- ¿Ha cambiado la dirigencia deportiva desde esa época hasta ahora?

- Acá hay que distinguir las federaciones nacionales cuyos deportes tienen “taquilla” y popularidad mediática y aquellas que no lo tienen. Estas últimas se siguen manejando con el mismo espíritu de sacrificio de 50 años atrás. Hay actividades que no reciben ningún apoyo y que están en camino de extinción. Por eso, cuando se logra un éxito, son la síntesis de una gran compenetración entre el atleta, su entrenador y la dirigencia.

- ¿Tiene los caminos el deporte amateur en la Argentina para que pueda crecer?

- Mirá…esto es muy simple, en el deporte no hay ningún misterio. Hace 40 años atrás con talento podías llegar a obtener grandes logros. Hoy con entrenamiento y sacrificio no es suficiente.

- ¿Y a qué se debe?

- Para que haya alto rendimiento se tiene que dar la confluencia de 6 factores absolutamente necesarios: 1º el atleta: alguien que esté genéticamente preparado y tener una gran vocación de entrenamiento; 2º un técnico de nivel internacional que se dedique full-time a la selección de ese deporte y no como sucede en la mayoría de los casos que son profesores de educación física que para ganarse el mango van de escuela en escuela y en el tiempo libre entrenan a la selección porque lo que de ahí perciben son dos pesos; 3º una infraestructura adecuada, ponete a pensar que la natación es una de las disciplinas que más medallas otorga en los Juegos: ¿Cuántas piscinas olímpicas hay en la ciudad de Bs. As.? Una sola en el CENARD y en el resto del país otra en Mar del Plata. Y no es lo mismo entrenar en una piscina olímpica que en una normal. Lo mismo sucede con el atletismo, hay muy pocas pistas; el 5º factor es el apoyo al atleta, que en el alto rendimiento debe entrenar, como mínimo, cuatro horas diarias. Pero para que el tipo pueda hacer eso vos lo tenés que compensar, porque estudia, trabaja y tiene familia también. Los que hacen los mejores tiempos en el mundo están todo el día practicando y cobran por hacer eso y el 6º requisito es contar con una competencia internacional perfectamente diagramada, pero faltan recursos para poder armarla. En los países altamente desarrollados, el deporte es considerado una actividad socialmente importante, una actividad formativa para el ser humano. Y sabiendo que no tienen apoyo popular, el estado brinda importantes partidas para apoyar el desarrollo de la actividad.

- ¿Cuál cree que es el motivo por el que le dan tanta importancia?

- Porque el deporte no es solo un divertimento, sino que incorpora en tu manera de ser determinado tipo de valores que, sin darte cuenta, van formando parte de vos. Las ganas de superación, el espíritu de equipo, son todos aspectos positivos que te da, además de darle contenido al ocio y mejorar las condiciones de salud de la población.

- Pero la sociedad argentina esta muy ligada al deporte. ¿Por qué el estado no la contiene?

- Desde hace muchos años advierto que el deporte es una “cenicienta” en el orden de las prioridades públicas. Al tal punto que, de pronto esta en el área de cultura, de pronto esta en educación, después depende del presidente, ahora de desarrollo social. No guardan la más mínima relación de apoyo como en otros países que, teniendo un desarrollo más bajo que el nuestro, hacen una inversión mayor. Por ejemplo: Venezuela invierte 450 millones de dólares anuales en el deporte, Brasil invierte 150 millones y Argentina esta en el orden de los 22 millones y el 70% de eso lo consume la propia estructura administrativa. Pero este no es un problema de un gobierno en particular, esto forma parte de que no hay un sentido muy grabado de la importancia del deporte como formador de la sociedad.

- A partir de esto que cuenta, ¿cree que se pueda cambiar la mentalidad de la dirigencia?

- Yo soy un convencido que vos tenés que tratar de cambiar, siempre en la medida de tus posibilidades. Dentro del movimiento olímpico hay mucha gente que piensa de esa manera. Lo que pasa es que, muchos de ellos no han podido ocupar lugares trascendentes en la organización deportiva argentina. El problema es que no hay recursos para que estos asuman. El Comité es una organización que subsiste con los escasos recursos que obtiene en el interior y con los sponsors que logra. Yo busco ser positivo y trato de no quedarme hablando de lo que fue.

- En la antesala de un nuevo Juego, ¿cuál es la expectativa desde adentro?

- Los Juegos tienen dos vertientes: el punto de vista de los que asisten y el punto de vista de la organización. La mayoría le va a dar importancia a los que ganan y los que pierden solamente. Pero nadie te va a contar lo que ocurre en la Villa Olímpica, que es el lugar que al movimiento olímpico le interesa de los Juegos. Porque ahí va a haber 15.500 personas alojadas, en edificios que van a mezclar a gente de 205 países. Ese es el espíritu que se busca: mezclar gente de todas las culturas, todas las razas y religiones. Es una especie de “comunidad deportiva”, donde todo el mundo tiene el mismo sentido de la vida, igual sentido de la felicidad y no hay diferencias. Y las medallas lo único que logran es tratar de ayudar a acercar a los pueblos, tratar de mejorar la convivencia entre los seres humanos, etc., etc.

- ¿Y de la delegación argentina que opina?

- Es una participación histórica. Porque ha diferencia de juegos anteriores, ya no va quien quiere ir. Vos tenés que clasificar para hacerlo y el mero hecho de clasificar es una hazaña de la puta madre. Obviamente, que uno después busca lo otro, pero para eso se necesita de los factores que ya mencioné.

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