La Selección Femenina cerró su preparación para los Juegos Panamericanos y Elke Karsten, una de las dos quilmeñas que forman parte del equipo, asegura que la cabeza del grupo está preparada para dar intentar dar el golpe en Lima 2019. “Estamos cansadas del jugamos bien pero perdimos cada vez que enfrentamos a Brasil”, asegura la jugadora que en la próxima temporada jugará en el muy exigente balonmano húngaro. La clasificación olímpica se pone en marcha.

Cuando el próximo miércoles 24 enfrente a Estados Unidos en el debut de los Panamericanos, el combinado albiceleste conducido por Eduardo Gallardo le dará inicio a su gran sueño de llegar a Tokio 2020. Para llegar a su segundo Juego Olímpico y repetir la histórica participación en Río 2016, esta vez no alcanzará la medalla plateada como en Toronto 2015 y en la capital peruana deberá colgarse la dorada, hecho deportivo que nunca consiguió en este tipo de citas continentales y que desde hace cinco ediciones consecutivas tiene a Brasil como ganador.

“Sabemos que no será fácil, pero nos preparamos sabiendo esto. Trabajamos a conciencia, con entrenamientos específicos a la mañana uno contra uno y dos contra dos, y a la tarde más en equipo con varias situaciones de juego. Esto sumado al gimnasio que también es un aspecto muy importante y un especial hincapié en lo grupal”, cuenta Elke sobre un equipo que desde principios de junio entrena de forma completa en el CeNARD y en Ferro y que tuvo la posibilidad de hacer una concentración en La Punta, San Luis.

Superado el debut en el Grupo B ante las norteamericanas (que obtuvieron el pasaje a Lima tras derrotar a Canadá en el clasificatorio de la zona norte), La Garra se enfrentará el jueves 25 ante el local Perú y luego cerrará el sábado 27 ante República Dominicana, campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Si bien son las grandes favoritas para avanzar a semifinales, Karsten asegura que no deberán relajarse: “No hay que subestimar a ningún equipo, todos van a pelear el partido, tenemos que jugar a lo nuestro”.

Si los resultados son positivos a lo largo de la primera ronda, en el horizonte de una hipotética semifinal y final estarían Cuba y Brasil que se lanzan como los equipos más fuertes del Grupo A. “Cuba siempre es una incertidumbre, no creo que estén como en el 2014/15 pero sin dudas es uno de los escalones principales pensando en una posible final”, imagina la jugadora de 24 años en referencia a un rival que supo ser verdugo de la selección en los últimos dos enfrentamientos entre sí.

“El equipo cambió mucha la mentalidad, estamos cansadas de perder. Queremos ganar, tenemos confianza en el equipo y en cada uno de nosotras. Eso va a ayudar mucho a la hora de afrontar partidos decisivos como pueden ser los de Brasil o Cuba”, asegura Karsten.