Por Javier Rodríguez

El Kali Filipino es un arte marcial surgida tras la ocupación de los conquistadores españoles en las Filipinas y la prohibición de utilizar armas a los nativos. En nuestra ciudad funciona desde 2006 una escuela de esta disciplina, se trata de una filial de la Academia Katipunan. Deportes En Quilmes entrevistó al Instructor Gustavo Pintos quien está al frente del proyecto y cuenta con más de 35 años de experiencia dentro de las Artes Marciales.

- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo marcial?

- Me inicié en el Karate-Do bajo la instrucción del Sensei Néstor Varze y paralelamente incursioné en varias artes como el Kung-Fu, Taekwon-do y el Sipaki-do, actualmente poseo el 2º Dan de Karate-Do y el rojo de Sipaki-do.

- ¿Por qué elegiste el Kali Filipino?

- Lo elegí por su simplicidad y efectividad, el Kali me cerró el círculo de disciplinas Marciales que vine practicando a lo largo de mi vida. Este es un excelente complemento para las otras Artes Marciales, su simpleza lo hace único.

- ¿Qué diferencias tiene con respecto a las otras disciplinas marciales?

- La característica más relevante es que el alumno se inicia con el manejo del bastón, luego con el cuchillo y en un estadio superior se llega al trabajo con las manos vacías, se hace el camino inverso con respecto a las otras artes marciales.

- ¿Se necesita experiencia previa para su práctica?

- Ninguna, el Kali es un arte simple y posee pocas técnicas básicas, la dificultad radica después en combinar las técnicas pero como todo requiere dedicación y constancia en la practica.

- ¿Qué beneficios obtiene su practicante?

- Los mismos beneficios que todo arte marcial: principalmente forja el carácter, segundo hace trabajar grupos musculares que otras artes no lo hacen, como las muñecas, antebrazos y hombros. La practica cotidiana entrega soltura en las articulaciones del brazo y dinamismo en el ataque.

- ¿Hay otras opciones de formación en tu escuela?

- Una vez al mes estamos desarrollando distintos seminarios. Los mismos tratan sobre Kali, Cuchillo, Tonfa policial y Kubotan entre otros. Estos cursos están abiertos tanto a practicantes de artes marciales como a personas sin experiencia marcial previa. Mi escuela al igual que la Academia Katipunan acompaña la constante evolución del Kali.

Para cerrar la nota, Pintos, de vasta trayectoria como instructor de operaciones policiales, defensa y tiro policial, invita al público a pasar por la escuela –sita en Avenida 12 de Octubre Nº 1944, casi Avenida La Plata- todos los sábados a partir de las 14 horas para conocer y comenzar a practicar el Kali.

Para más información Gustavo Pintos puede ser contactado a través de [email protected] o www.gpsistemadefensa.es.tl