Muy poco, demasiado poco lo que mostraron en los noventa y pico de minutos que se jugaron en la cancha de La Gloria. Sin ideas, ni juego de ambos lados, se terminaron anulando muy fácil y las emociones escasearon en un partido que tenía frente a frente a dos posibles rivales en la lucha por alguno de los ascensos.

Por el lado de los locales, muy dependientes de su número diez, Santiago Rodríguez, cuando se mantuvo activo en el primer tiempo, fueron un poco más dominantes del trámite. Del otro lado, faltó una vez más el compromiso de su diez, Iván Colman, que volvió a hacer la fácil, no se involucró demasiado en el andar futbolístico del Cervecero, que durante buena parte fue un equipo largo o carente de definición de tres cuartos de cancha en adelante.

Justamente, al propio N° 10 lo manotearon dentro del área en el primer tiempo, pero el arbitro decidió no sancionar un agarrón al pasar, que fue falta pero mereció un mayor esfuerzo del hábil enganche quilmeño para convencer a Zunino. Antes de eso, un error de Richard Núñez (NdeR: ingresó por la lesión de Drocco, que se someterá a exámenes en su rodilla derecha) al tocar la pelota para atrás, dejó mano a mano a Molina, que definió muy mal e hizo sencillo todo para Perafán.

Poco cambió en el nivel de ambos tras el descanso. El QAC pareció reaccionar un poco después de un largo intervalo por bengalas e hinchas subidos al alambrado. Pero ese dominio de pelota se desvanecía cada vez que se acercaba a los metros finales de la cancha. La segunda falta dura de Arzura que lo sacó de la cancha un buen rato antes del final, duplicaron la obligación de ir a buscar para un Quilmes inofensivo.

Salvo en los últimos minutos, cuando parecieron barrer al ingresado Camilo Machado dentro del área (el árbitro estaba cerca) y con la única jugada concreta de gol: un remate de Enzo Acosta muy cerca del arco, que se fue pegada al palo.

Poquito, muy poquito de ambos, que hoy disfrutan por haber sumado, pero que siguen dejando incógnitas abiertas sobre sus reales posibilidades. Quilmes ya dio muestras de tener armas suficientes para jugar mejor, mucho mejor, de lo que lo hizo en la noche del viernes cordobesa.

Síntesis

Instituto (0): Jorge Carranza; Sebastián Corda, Fernando Alarcón (ST 46’ Agustín Gómez), Matías Ferreira, Ramiro Arias; Gabriel Graciani, Roberto Bochi, Joaquín Arzura; Santiago Rodríguez (ST 36’ Leonardo Monge); Joaquín Molina (ST 36’ Patricio Cucchi) y Nicolás Mazzola (ST 20’ Franco Watson). DT: Lucas Bovaglio. Sup: Emanuel Bilbao, Giuliano Cerato y Manuel Liendo.

Quilmes (0): Martín Perafán; Martin Ortega, Pier Barrios, Fernando Evangelista, Iván Erquiaga; Santiago López García (ST 42’ Julián Bonetto), David Drocco (PT 15’ Richard Núñez), Emanuel Moreno; Iván Colman (ST 30’ Enzo Acosta); Federico González y Mariano Pavone (ST 30’ Camilo Machado). DT: Leandro Benítez. Sup: Matías Budiño, Matías Cortave y Rafael Barrios.

Amonestados: Drocco, Pavone, Ortega y López.

Expulsado: ST 31’ Arzura.

Arbitro: Sebastián Zunino.

Estadio: Alta Córdoba.