Teniendo en cuenta que, en medio de una campaña que empieza a ser floja, el equipo solía potenciarse cuando le tocaba jugar en el Estadio Centenario, había una ilusión en la gente: que mostrando la garra de cuando le tocaba jugar como local, pueda sacar adelante el compromiso y cortara una mala racha. Pero el QAC disputó un partido muy debajo de las expectativas, siendo en la mayoría del encuentro superado por su rival.

Después que Facundo Castro no resolviera de buena manera en lo que fue una situación de dos contra uno, rematando sobre la posición del arquero, en la jugada siguiente y llegando a los 21 minutos, Dramisino ganó la banda derecha en ataque para lanzar un centro y Galeano, de primera, definió al palo izquierdo de Milton Álvarez. Pero en un buen momento del visitante, y tras una de las mejores jugadas colectivas de Quilmes en el juego, a los 42 minutos alcanzaría la paridad en el marcador por intermedio del goleador Federico Anselmo, después de un buen centro por la derecha.

Ya en el complemento, pese a que el Cervecero tenía la iniciativa, el Bohemio era más peligroso a partir de las facilidades y los errores del dueño de casa. Claro que, el gol llegaría en la jugada más insólita de todas: iban 31 minutos cuando, tras una tiro libre mal rechazado por parte de la defensa, Mazzola apareció completamente solo y tuvo la oportunidad de definir en dos ocasiones, para que Atlanta restablezca la ventaja. De allí en más, todo fue un caos, del que los dirigidos por Sciacqua no pudieron salir.

De este modo, Quilmes sumó su segunda derrota en casa, un terreno que hace poco parecía inexpugnable, pero principalmente sigue sin encontrar soluciones a su falta de juego y de rendimiento. Quedó a siete puntos de Independiente Rivadavia, líder parcial de la zona, y con rumbo desconocido, sin saber cómo podrá resolver esta situación.

Foto: QAC oficial