“Lo hice para remarcar el genocidio que hoy día sigue pasando y acordarnos de nuestras raíces”, explicó Wilfrido Orlando Franco al cumplir su desafío y arribar hoy a Quilmes, completando de esta forma los 1400 kilómetros que separan esta ciudad de Tucumán, distancia que unió corriendo durante 21 días. El maratonista fue recibido por el Intendente Francisco Gutierrez y el Secretario de Deportes, Raúl Molnar, quienes le entregaron una plaqueta en reconocimiento por esta prueba atlética en defensa de los derechos de los pueblos originarios.

La tarde estaba gris y amenazaba con llover en cualquier momento en la ribera obligando a cancelar algunas de las actividades deportivas anunciadas para la jornada "Quilmes mirando al río". Ya habían desfilado las treinta y tres postulantes a Reina de la ciudad cuando se anunció la llegada de Wilfrido quien, emocionado hasta las lágrimas, apareció en el Pejerrey Club escoltado por su familia luego de haber completado exitosamente por segunda vez esta ultra maratón. Con dificultad debido a los terribles dolores que le provocaban las ampollas en sus pies vendados subió al escenario y recibió una calurosa bienvenida por parte de todo el público que se había acercado para ver a las chicas.

Esta fue la última jornada de la travesía que había comenzado el 27 de julio con su partida desde la capital tucumana y estaba prevista para culminar el 14 de agosto. El mal clima hizo que su arribo a Quilmes se retrasara unos días, al punto que hoy, Franco se exigió todavía un poco más y superó el promedio de kilómetros corridos por día para poder llegar a Buenos Aires a las 16 horas como había anunciado.

“No sé ni cuanto corrí este día”, reconoce sonriente Wilfrido, y explica el secreto gracias al cual pudo superar toda adversidad que se le presentó durante ésta exigente aventura: “Cada ampolla que me salía me hacía acordar de los aborígenes que tuvieron que recorrer ese mismo camino pero descalzos y continuamente golpeados, eso me daba la fuerza para continuar”.