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Por Jazmín Federico

Desde sus inicios en 2008, la Escuela de Acrobacia aérea y técnicas de altura y suelo no paró de crecer, al punto que hoy, El secreto de tus alas, tan artística como deportiva, ocupa el suelo y el aire del Club Quilmes Oeste.

Todo empezó con las clases de tela, colgadas a ocho metros de altura y con una gran concurrencia femenina. Pocos son los varones valientes que se animaron a trepar estos coloridos elementos, eliminando tal vez algún prejuicio que les hiciera pensar que era cosa de chicas. Sin embargo, esta disciplina no tiene sexo ni edad: hay que animarse y ser constante, ya que el entrenamiento es fuerte y el avance progresivo.

Este año se sumaron clases de palo chino, trapecio, aro y parada de manos. Todas combinan el fortalecimiento de la musculatura, el aumento de la flexibilidad, la conciencia de las capacidades propias de cada cuerpo y el toque artístico. Aquí no hay competencia, el desarrollo es individual y su fin, básicamente, de exhibición.

Los profesores Sabrina Melo y Federico Mansilla -pareja impulsora de la Escuela-, junto con Jesús Hernán (parada de manos), dan clases de lunes a sábados. “Cada disciplina requiere una preparación física especifica para cada elemento. En consecuencia, varía el enfoque de la misma”, explica Sabrina.

La escuela cuenta con alrededor de sesenta alumnos, de los cuales treinta están atravesando su tercer período anual de formación acrobática en distintas áreas. Por supuesto, hay una gran diferencia entre quienes acuden a estas actividades como un pasatiempo y quienes lo hacen profesionalmente, eligiéndolas como forma de vida, pero sí hay algo en común que todos disfrutan: la sensación de libertad que da enfrentar el vértigo, volar o estar un rato sin los pies sobre la tierra.