Unión Ezpeleta llegó hasta Tigre para enfrentar a unos de los punteros de la Zona A, con el objetivo claro de tener que ganar para seguirlo de cerca en la tabla. Pero la preocupación y ansiedad por obtener un resultado positivo, sumado a algunos errores defensivos, fueron determinantes y lo condujeron a una derrota abultada. Glorias se impuso por un claro 8 a 4 y volvió a sacarle ventaja en las posiciones. Así, al conjunto dirigido por Adrián Fernández se le cortó una racha invicta que ya llevaba acumulados ocho partidos.

El encuentro comenzó con los visitantes atacando y queriendo ser protagonistas, pero con el líder que también mostraba sus virtudes. Por lo tanto, las llegadas se fueron sucediendo en un arco y el otro, y con el arquero local sacando algunas pelotas complicadas. Pese a eso, Glorias estuvo más certero a la hora de la definición y se pusieron en ventaja, cuando iban ocho minutos de juego. Algo injusto por lo demostrado hasta ese momento.

Unión trató de llegar rápidamente al empate, pero en una jugada preparada que salió mal, los locales aprovecharon y aumentaron el marcador. A pesar de ir en ventaja, los de Tigre se fueron llenando de faltas hasta acumular la sexta, que le dio la posibilidad de un tiro libre a los quilmeños: Hernán Ricotta cambió la falta por gol.

Faltaban cinco minutos para finalizar la etapa, y en Glorias se cuidaron muy bien de no cometer más infracciones. Eso los obligó a tener que aguantar la embestida rival, pero a tan solo un minuto del cierre y en una contra veloz, pudieron estirar la ventaja e irse al descanso 3 a 1.

En el inicio de la segunda mitad, y tras una jugada muy rápida, Pablo Penovi salió a tapar abajo y tocó al delantero rival, cometiéndole penal. La ejecución le pasó entre las manos al arquero, pero no pudo evitar que se siga agrandando la ventaja. A partir de ahí, el encuentro se hizo de ida y vuelta, y a los cuatros minutos apareció Carlos Pacin para descontar, pero la alegría duraría poco, ya que dos minutos después Glorias alcanzaría el quinto tanto.

Ya con la diferencia en el resultado, Pato Fernández dispuso que los minutos que quedaban (en una jugada clásica de futsal) Pichi Calahonrra juegue de arquero jugador. De ahí en más, Unión fue pura garra y corazón, pudiendo descontar con goles de Leonardo Penovi y Pacin, llevando el resultado a un 4-5. Obligado a buscar el empate, se expuso más de lo debido y en una contra Glorias se encontró con otro gol, pero en este caso el que le permitiría cerrar el encuentro. Los otros dos goles fueron en los últimos cincuenta segundos, cuando estaba todo definido.

Ahora los de Ezpeleta tendrán fecha libre y dentro de quince días jugarán como locales contra Platense. Este tiempo le servirá al cuerpo técnico para recuperar lesionados y para motivar a sus dirigidos de cara a la etapa final, ya que nada está definido.