¡Gran comienzo de año para Quilmes! El conjunto dirigido por Ricardo Caruso Lombardi no se anduvo con chiquitas y, con un autentico festival de goles, pasó por arriba a Guillermo Brown de Madryn, con una figura más que destacada: Fernando Telechea, autor de cuatro conquistas. La rápida diferencia en el marcador sirvió para que el equipo lentamente fuera mostrando su superioridad en el juego. Hacía casi diez años que no convertía seis tantos y veintidós en que un futbolista del club anotara por cuadruplicado.

Si este era un cotejo para demostrar que el equipo quiere estar en la pelea, no podría haber salido mejor. Porque el Cervecero mostró un excelente nivel de mitad de cancha hacia delante, tuvo fluidez en su juego, contó con muchas situaciones de gol, pegó en los momentos justos y fue contundente para cerrar el partido.

Seguramente, las limitaciones del rival (sobre todo las ventajas defensivas del tramo final) habrán influido en el rendimiento. Pero también es cierto que durante buena parte del encuentro, Brown fue un hueso duro de roer, y contó con varias situaciones para marcar alguna conquista. Por lo tanto, que el compromiso haya terminado convertido casi en un entrenamiento o una exhibición de un solo conjunto de la cancha, fue todo merito de los de Caruso.

La calurosa jornada a puro gol arrancó casi desde el vestuario, cuando Telechea anotó abajo del arco el primero de su cuenta personal. Siguió antes del descanso, gracias a un gran remate de Jacobo Mansilla, que se coló en el ángulo derecho del arco defendido por Pablo Pereyra. En la segunda parte, el QAC liquidó todo en menos de diez minutos: Telechea, de tijera y con una definición suave y abajo, y Cauteruccio aprovechando una sesión del goleador, marcaban cifras lapidarias. Y para redondear una goleada histórica, el ex Tigre le puso el broche a su tarde gloriosa y marcó su cuarto tanto.

La última vez que Quilmes había ganado 6 a 0 fue el 23 de noviembre de 2002 ante Español como visitante, con goles de Leandro Benítez -2-, Santiago Raymonda -2-, Agustín Alayes y Cristián Torres. Mientras que, el último jugador cervecero que convirtió cuatro goles fue Abel Darío Blasón en el viejo estadio de Guido y Sarmiento en la victoria ante Olimpo de Bahía Blanca por 5 a 3 del 10 de marzo de 1990. Dos de los tantos del Toro habían sido de penal.

Se trató de un partido para la historia, que quedará en la memoria por los números, pero que también sirve en este presente. Sirve para creer y para potenciar posibilidades, esperando que en la segunda rueda del torneo, Quilmes esté a la altura de las circunstancias y de pelea por el ascenso.