Tan redondo como el cero que se sacaron ambos equipos. Quilmes visitó el Monumental con la exclusiva misión de anular el potencial individual de su rival, y durante gran parte del juego su idea se cumplió con creces. En el segundo tiempo, River se mostró mucho más ambicioso, y por momentos terminó acorralando a un conjunto de Caruso Lombardi que pese a haber cortado su racha de victorias consecutivas, vio con buenos ojos el punto sumado en la cancha del principal candidato al título.

Por momentos, sobre todo en el tramo inicial, parecía más una partida de ajedrez. Todo demasiado pensado, muchos cuidados y pocas ideas. Por eso, lo que pintaba para el partido de la fecha en la B Nacional terminó transformándose en un partidito casi sin emociones, con dos rivales que pensaban más en lo que podían perder, que en el beneficio que le otorgaba conseguir tres puntos.

El Cervecero se mantuvo siempre dentro de su postura inicial: tapar las bandas, hacerse más fuerte en la mitad de la cancha, intentar ser claro con la pelota cuando le podía llegar a Caneo y aguantar con la polenta de Telechea en ofensiva. El plan salió a la perfección, pero se olvidó en demasía del arco contrario, al punto que apenas contó con una oportunidad clara de gol en todo el juego (cabezazo de Martínez que pasó al lado del palo).

Mientras tanto, los de Núñez recién salieron de la modorra con un remate del Chori Domínguez en el último minuto de la primera mitad. Pero en el segundo fue más vertical y se aprovechó de la velocidad propia en la mitad de la cancha y de algunos errores del adversario para generar algunas situaciones de riesgo. La mayoría con remates de media distancia (Ponzio al palo, Domínguez al lado del ángulo), que de cualquier manera llevaron miedo al arco defendido de buena manera por Trípodi. En la más clara de todas, Cavenaghi levantó el remate abajo del arco.

Los cambios poco pudieron modificar las cosas de un lado y otro. Los dos siguieron por la misma tesitura, hasta los instantes finales del juego. El QAC luchó hasta la última pelota para quedarse con ese punto que fue a buscar. Un punto que vale mucho desde la propuesta que llevó al Monumental y que lo sigue dejando bien parado de cara a la pelea por el ascenso.

Pero a partir de ahora, será cuestión de volver a parecerse a aquel que arrasó con los adversarios en las primeras fechas del año. El verdadero Quilmes que sueña con volver a Primera.