Más allá de la expectativa previa, de la renovación del plantel y de la ilusión contagiada, lamentablemente el comienzo de año para Quilmes tuvo mucho de continuidad con lo visto en el cierre de 2014. A pesar de los nuevos nombres, a los dirigidos por Julio Falcioni les costó mucho hacer pie ante un Lanús que tuve mejor posesión de pelota y fue mucho más profundo, principalmente cuando la cosa estaba empatada. Un golpe duro para iniciar la campaña, pero se toma en cuenta que el equipo está en plena formación.

Era de esperar. Enfrente tuvo a uno de los elencos de mejor producción en el balance de las últimas temporadas, que ya cuenta con una base definida y que siempre tiene la expectativa de mostrarse en la pelea. Y al QAC, pese a un buen comienzo desde lo actitudinal, le costó muchísimo aguantar al rival, tener y jugar con la pelota, desequilibrar en los metros finales de la cancha y, principalmente, contar con situaciones de gol.

Sin dudas que, el hecho de jugar los primeros noventa minutos del año (ni en los amistosos llegó a esa cifra), de tratarse de una formación a la que le falta rodaje, habrá influido en el panorama general. Pese a eso, al Cervecero se lo vio falto de recursos, poco desequilibrante de manera individual, con un Buonanotte perdido y un Droopy Gómez demasiado vueltero y, para sorpresa de muchos, inseguro en la faz defensiva (flojísimos los dos laterales y muchas dudas en el uruguayo Malrrechauffe).

Todo esto fue aprovechado por un más práctico Lanús. Apostando al ancho de cancha que proponían tanto Junior Benitez como Ayala por los costados y con una incidencia positiva en el juego aéreo cada vez que contó con una pelota quieta a favor, tuvo las pocas opciones de peligro del juego. Despilfarró dos o tres en la primera mitad, pero no le pasaría lo mismo en el tramo complementario: Silva cacheteó una pelota impulsada desde el costado, para clavarla en el primer palo.

Desde ese momento, Quilmes se desesperó y fue más barullo y nervios que lo que venía mostrando hasta entonces. En medio de ese A la carga Barracas, se terminó llevando por delante a un Lanús cansado y que se la jugaba definitivamente a la contra. Pero de tanto centro y balón al área, poco redito positivo pudo sacar y, aunque Maglio en su despedida del arbitraje dio seis minutos de descuento, la historia no cambiaría y el triunfo quedaría del lado visitante.

El estreno ya pasó y fue derrota. Ahora, Falcioni y compañía deberá saber manejar el barco para que, en medio de un fixture muy complicado, sepa cómo no verse alterado por rivales complicados que puedan traerle dolores de cabeza como el de este domingo.