Sufrimiento puro. Así fue la tarde de lunes en la Barranca. Producto de un equipo al que se lo notó alicaído tras haber quedado relegado de las principales posiciones, pero que además viene atravesando graves problemas económicos que vienen desgastando al grupo. Y también fue un parto dentro del campo, porque Argentino de Quilmes no jugó bien y tuvo que remontar el juego ante Defensores Unidos, uno de los colistas del torneo. En una ráfaga logró darlo vuelta con dos goles de Valenti y sigue peleando.

Está claro que no es el mejor momento de la temporada para el Mate. Su irregularidad habitual en el rendimiento general, generó que consiguiera muy pocos puntos en los últimos partidos y esa falta de triunfos lo levó a alejarse casi definitivamente de las principales posiciones, donde ahora hay otro grupo que lucha por quedarse con el único puesto de ascenso de este mini-campeonato.

Pero encima, el plantel viene sufriendo ante el atraso en el pago de los sueldos que los llevó a tomar la determinación de no entrenar en la jornada previa a este partido. Es más, la historia aún no tiene solución y seguramente habrá varias reuniones para saber cómo continuar y que será de la vida de cada futbolista en este tramo final del certamen. Mientras tanto, el equipo mostró coraje para poder revertir un mal resultado.

Porque después de un primer tiempo parejo, Argentino se cayó notoriamente en la segunda parte, al punto de verse superado por el elenco de Zárate, que con muy poquito se puso arriba en el marcador. Un tiro libre de César Sandoval dio en la base del palo y Adrián Martínez tomó el rebote casi sobre la línea para sacar una diferencia que generaba la sorpresa en todos aquellos que dijeron presente en la Barranca.

El problema es que los dirigidos por Manzini siguieron sin reaccionar y no parecían encontrar la manera de revertir la historia, hasta que… un error en una salida del marcador central Machena, le permitió al ingresado David Vega tomar el balón y sacar un centro rasante que encontró al goleador Valenti solo en el borde del área chica. Como no podía ser de otra manera, la jugada terminó en gol.

Faltaba un cuarto de hora y empujado por el inesperado empate, el Celeste se lo llevó por delante a su rival. Y un buen pase de otro que había entrado en el segundo tiempo, Rodrigo Marotti, le permitió al propio Valenti definir entre las piernas del arquero Figueroa para poner el segundo tanto en su cuenta personal y también la ventaja para su equipo.

De allí y hasta el cierre fue todo sufrimiento, aguantando por momentos, tratando de meter alguna contra en otros, pero siempre sabiendo que esta vez no había mucho más para mostrar. El Mate dio lo que pudo en este presente que le toca vivir y con un nivel más bajo de lo que le tenemos conocido, consiguió tres puntos que le permiten mantener sus chances matemáticas. Algo es algo en esta época donde los problemas abundan.

Foto: Fernando Martini