De no creer lo que vivió Quilmes en la noche sanjuanina. Frente a un rival menor, que disputa actualmente el Federal A, los dirigidos por Marcelo Broggi cumplían con su cometido, ganaban el partido por dos goles y, pese a no hacer tampoco un gran juego, cumplían con el cometido de pasar de ronda y cobrar los buenos billetes que había para el ganador. Pero en dos minutos, Unión Aconquija le empató el marcador y ya no hubo tiempo para esbozar reacción alguna y se quedó afuera por penales. ¿Papelón?

Le costará un tiempo olvidarse de la frustración vivida en el arranque formal de una nueva temporada al Cervecero. Sobre todo, porque tenía todo encaminado para estar celebrando, en vez de quedarse mordiendo el polvo de una derrota que no estaba en los planes y que condiciona el arranque de un ciclo, en la que se viene haciendo mucho a pulmón.

Pese a que arrancó mal, enseguida puso la escena en orden y, ni bien se plantó mejor en la mitad de la cancha y empezó a manejar la pelota, el QAC pudo sacar la primera diferencia. Centro de Cristian García, que alargó Andrada y, entrando solo por el segundo palo, Orihuela mandó el balón a la red. A partir de ahí, el equipo creció y contó con varias situaciones de peligro.

Encima, tuvo la fortuna de encontrarse con la segunda ventaja recién iniciada la parte complementaria. Quedó un balón muerto en las puertas del área, que tomó García y definió de la mejor manera, cruzado y contra un palo. A esa altura de la noche, nada hacía suponer lo que se estaba a punto de vivir…

Faltaba menos de un cuarto de hora y una mano en el área de Gabriel Ramírez, le dio una chance inmejorable y la posibilidad de descontar por la vía del penal, a través de Villalba, en el momento que más le estaba costando poner un jugador de cara al gol. Eso envalentonó a los catamarqueños, que dos minutos más tarde aprovechó un mal despeje y tras un flipper a metros de la línea de gol, el ingresado Ledesma estampó el empate.

Los penales estaban a la vuelta de la esquina y a ellos hubo que recurrir para definir al ganador. Con jugadores de mayor experiencia que varios de los pibes a los que les tocó patear en el Cervecero, Unión tuvo una mayor efectividad y pudo sentenciar la historia a su favor y celebrar un paso histórico para un conjunto del Federal A. Para Quilmes la frustración de un resultado impensado y una eliminación que no es para nada grata, pensando en lo que viene.