Descanso para reflexionar. Un parate para barajar y dar de nuevo. Así llega al cierre oficial de su año Argentino de Quilmes. El equipo de Juan José Delbene mostró la misma anemia ofensiva y las mismas desatenciones de los últimos tiempos, que lo llevaron a perder otro cotejo importante en este caso como visitante y ante un adversario directo como Armenio. Cada vez más lejos de las principales posiciones, los de la Barranca tratarán de recuperarse durante el parate.

Como fue su recorrido a lo largo de toda la primera rueda, en su duelo en la lluviosa tarde de domingo en Maschiwtz, el Mate fue de mayor a menor. Comenzó mostrando una mejora en la seguridad defensiva, trabajó con más precisión en la tenencia de la pelota, pero algunos rendimientos bajos lo siguen dejando expuesto, por eso le cuesta mucho, primero generar situaciones de peligro, y segundo poder aprovecharlas.

Por eso se fue apagando con el correr de los minutos, haciendo crecer a un rival poco capaz de revelarse, si no fuera por el trabajo desgastante de su capitán Matías Rojas y el buen manejo del balón de Cristian Bella. Y después de un primer tiempo muy parejo, Armenio salió con más decisión en el tramo complementario, y eso fue aprovechado en un centro: mal marcado el grandote Cristian Cuffaro Ruso, terminó señalando de cabeza tras un corner.

A partir de ahí, primero el local lo podría haber definido en un momento de total confusión del rival, pero el asistente le anuló un nuevo gol de cabeza que convertía el marcador central, en una decisión un tanto dudosa. Con el correr de los minutos, Argentino tuvo rebeldía y decisión, sin fútbol fue para adelante y trató de apurar a puro pelotazo. Lo tuvo Leguizamón de arremetida, Valenti (otra vez de flojo partido) en una floja definición tras quedar de cara al arco y el ingresado Silvani de cabeza en la última jugada.

El final fue a pura frustración para un Mate que no supo como corregir todos los padecimientos que lo llevan a vivir una racha de ocho partidos sin triunfos (cuatro empates y cuatro derrotas). Ante este panorama, quizás el descanso sea la mejor solución para barajar y dar de nuevo en la búsqueda clara de un objetivo de cara al segundo semestre: pelear por el segundo ascenso en el Torneo Reducido.