Después de un par de años, la fiesta del rugby volvió a nuestra ciudad. Porque se midieron, en este caso por una nueva fecha de la Primera B de la URBA, los dos equipos más importantes del distrito. Aquellos que por historia y rivalidad, generan entusiasmo en los amantes de este deporte y en aquellos que se acercan para vivir el evento en particular. Jugando como local en su nueva cancha en Bernal, el Don Bosco se dio un gusto grande, revirtió el partido y derrotó al Círculo Universitario.

En juego estaba la Copa Amistad, trofeo que puso la dirección de deportes del municipio, que permitió hacer valer, una vez más, los valores que siempre de muestra el rugby en particular. La camaradería, el respeto y la buena relación entre ambas instituciones, más allá que los dos conjuntos salieron decididos a imponerse. Por la importancia del resultado en la tabla, pero también por ganarle al adversario directo.

Mucha gente, mucho clima y la expectativa previa que se transmitió enseguida al campo de juego, con dos equipos entregados el todo por el todo. Con una marcada diferencia en rendimientos entre un tiempo y otro: en el primero fue mejor el CUQ y en el segundo, el Bosco fue ampliamente dominador.

De esta manera, se explica el cambio que tuvo el match. Porque el Celeste comenzó arriba y con buena diferencia (0-12) pero se relajó y le dio vida a los locales, que cambiaron el chip para jugar los cuarenta minutos finales, y rápidamente se notó en la cancha. Un try de entrada puso a las Aguilas en marcha y significaron el envión necesario para entender que podían cambiar la historia. Por eso, en apenas un rato visitaron tres veces más el ingoal contrario (25-12) y cambiaron la tendencia del juego.

Más allá de alguna reacción visitante, desde allí y hasta el final, no hubo posibilidad que cambie la tónica. El Don Bosco ya se había apoderado de las acciones y no paró hasta lograr una gran distancia en el rendimiento y en el tanteador. Fue un contundente 37-17 en el debut del predio bernalense y en medio de una fiesta con ribetes particulares, que sirvió para poder recuperar una de las tantas fiestas que tiene el deporte quilmeño.

Foto: prensa municipio