El partido poco tuvo de amistoso, ninguno de los dos quería perderlo y por eso, el trámite fue áspero y parejo, con más lucha que juego. Aunque de a poco, se fueron soltando y en la segunda mitad, llegarían los goles y una mayor cantidad de opciones de gol. Por el lado del QAC, principalmente con disparos de media distancia y en el caso del Mate, aprovechando principalmente el contraataque.

Fue Quilmes el que abrió el marcador. Iban 10 minutos cuando Ricciardi remató desde larga distancia y colocó la pelota contra el palo izquierdo del arquero. Pero casi no tuvo tiempo de festejar, porque a los 13 lo empató Anastasio, también después de una bonita jugada individual con dos enganches y definición dentro del área. Así terminó el partido y la copa debió definirse definió desde los doce pasos.

En la definición por penales, el Cervecero fue más certero y se impuso 5 a 4 (Esteban Glellel le atajó el penal a Braian Duarte). Así, se quedó con la copa y lo festejó como se debe, cuando hay un clásico y una copa en juego.

En esta ocasión, Quilmes presentó a su Tercera División y fue dirigido por el coordinador de las Divisiones Juveniles, Ariel Fuscaldo. El equipo: Esteban Glellel; Santiago Ricciardi, Matías Barrientos, Federico Tevez, Santiago Caballero; Javier Pereyra, Kevin López, Gabriel Mendoza; Ramiro Martínez, Rodrigo Cao, Mario Sanabria.

En el caso de Argentino, la dupla Jorge y Ricardo Vendakis, decidió apostar por un mix con jugadores habitualmente titulares y otros que no tienen tantos minutos en la primera división. Sus once fueron Juan Ignacio Morales; Darwin Palacios, Juan Manuel Piedra, Nicolás Herrera, Agustín Piñero Da Luz; Nahuel Figueredo, Braian Duarte, Iván Tierno, Lucas Vera Píris; Juan Cruz Anastasio y Franco Sosa.

Con la promesa que se repita cada año, el próximo agosto volverán a verse las caras, seguramente con público en el estadio, para que la fiesta sea completa.