Por Leonardo Testa

Ignacio López encontró el momento adecuado para poder dejar de lado por un rato el hockey y el estudio, y mantener una interesante charla con DQ. El pedido sobre la actitud y la mentalidad del equipo, la ausencia de jugadores, lo que significa el club en su vida, son los temas que se destacan en la entrevista con el arquero de Quilmes B.

Viendo los resultados obtenidos hasta el momento, no es un gran hallazgo darse cuenta que el conjunto de Javier Gamo tiene cierta facilidad a caerse después de recibir un gol. Por ese motivo, Nacho pide a gritos por un cambio de mentalidad: "Nos convierten y automáticamente bajamos los brazos, cuando en realidad deberíamos mostrarnos más fuertes. Tenemos que cambiar el pensamiento", destacó. El B está abajo en la tabla de posiciones, y para el arquero la única forma de salir de esta situación "es trabajando más. Habrá que entrenar más en lo táctico y en lo físico, no podemos regalar nada. Tendremos que poner un esfuerzo mayor al dado, porque hasta ahora no alcanza".

El equipo ha sufrido bajas sensibles para esta temporada, y ante esa situación López advierte: "Nos estamos conociendo, hay muchos jugadores nuevos y hace falta tiempo. Sin embargo, tenemos plantel para mantener la categoría, además faltan jugadores que se encuentran en el exterior que nos pueden dar una mano. Con esfuerzo, seguramente cambiaremos este presente". Pese a esto, dejó entrever la falta de un centrodelantero: "Se siente mucho la ausencia de Abel (Encinas). Era nuestra referencia de área y el primer tirador de cortos. En este ítem venimos con un déficit importante".

La historia marca que el Cervecero es uno de los clubes más prestigiosos, ya sea por su historia, sus jugadores o por su gente. El estudiante en comunicación social en la UNQ es conciente de eso y remarca: "Hoy por hoy, el club tiene dos equipos en Primera A, algo que se viene repitiendo hace ya cinco años, y que no se a dado en ninguna otra institución. Esto requiere contar con muchos jugadores de nivel, una tarea nada sencilla". Para el joven de 21 años, el QAC se encuentra en un momento de transición: "Hay muchos chicos que de Quinta División pasan a jugar en Primera y el cambio es muy grande. Por eso es clave que continúen los jugadores de experiencia, para poder ayudarlos a formarse en los partidos y entrenamientos".

Antes del cierre, explicó que lo une tanto a la institución: "Este club no sólo me permite practicar un deporte, también me dio muchos amigos. Y bajo los baluartes del sacrificio, el trabajo y, sobre todo la amistad, estoy convencido que vamos a poder cumplir con el objetivo de esta temporada".