Desde hace unos días, la temporada llegó a su fin para el Don Bosco Rugby. Pero más allá de eso, los ecos por el excelente año que vivió el equipo no se detienen. Es que, a base a buenos rendimientos y mejores resultados, logró un histórico ascenso al Grupo II de la Unión de Rugby de Buenos Aires. Por eso, en este momento de balance, Daniel Persano, emblema de la institución y actual Capitán General de las Aguilas, le brinda a DQ su mirada de este gran presente.

- ¿Cómo vivieron este logro en medio del crecimiento actual del club?

- Indiscutiblemente, es parte importante del crecimiento. El desarrollo deportivo que se inició hace muchos años en Infantiles, y que luego se planificó en Juveniles y en Primera, hoy empieza a dar sus frutos con la llegada de nuevas camadas de jugadores que recorrieron todas las divisiones y hoy renuevan y fortalecen al plantel Superior. Por suerte, con estas promociones, sumado a la experiencia de los jugadores históricos y el gran trabajo hecho por el cuerpo técnico, se consiguió el ascenso al Grupo II.

- Viéndolo desde afuera, ¿imaginabas una temporada como esta?

- Desde principios de año se comenzaron a ver varios síntomas positivos. El grupo se fue integrando y mejorando su relación. Juntamos gente joven que contaba con la experiencia de varios campeonatos encima, una camada de chicos que traían otra dinámica de juego, la influencia de los líderes del grupo, la continuidad de trabajo del cuerpo técnico encabezado por Gabriel Almeida y, sobre todo, el poder trabajar en un lugar acorde con las necesidades del caso, como es el nuevo predio de Bernal.

- Fue un torneo bravo, ¿siempre estuvieron confiados en que se pudiera concretar el objetivo?

- Fue una temporada dura, pero el plantel estuvo bien preparado en todos los aspectos. Nos preocupó en un momento la cantidad de lesionados, pero nos ayudó anotar en la primera parte del año una división Menores de 22 años para que ganen ritmo, aunque recién se los anotó en Superior en la segunda mitad y estos chicos le dieron al grupo un recambio de buen nivel. Fue una decisión acertada de los coaching del club. Cuando se planifica un trabajo de tanto tiempo, se sabe que los resultados en algún momento van a llegar. Sabíamos que si no era este año, iba a ser el que viene. Fue ahora, mucho mejor.

- Te tocó ser participe de otros ascensos del club, ¿hay diferencias o
similitudes con éste?

- Tuve la suerte de vivir ascensos como jugador, como entrenador responsable y ahora como capitán general. Indudablemente, en los tres casos las emociones vividas son totalmente diferentes. En este caso, me llenó de alegría porque además del ascenso, disfruté del buen juego del equipo. Pero no fue únicamente impulso de un buen plantel o un grupo de jugadores como en los anteriores. Este ascenso es fruto de un trabajo serio que recién empieza y que no hay que descuidar para poder seguir creciendo día a día. En mi interior, lógicamente me quedo con el ascenso del 85 porque era jugador, el verdadero y único sujeto de este juego.

- ¿Qué es lo que esperan en la nueva etapa que se les vendrá por delante?

- Esperamos lo mejor para los tiempos que vienen, en lo deportivo y también en lo institucional. Al plantel le tocará afrontar un torneo muy difícil, pero que es producto del crecimiento deportivo. Será un gran esfuerzo, pero por el nivel de los que están jugando, la juventud del grupo que ahora tiene más experiencia, por los nuevos que llegan y el trabajo del cuerpo técnico, los imagino adaptándose a la categoría.