Parecía que la historia iba a ser distinta para Quilmes. Pero cada vez que visita el Gigante de Arroyito, las pálidas se suceden y repiten. Después de hacer un digno primer tiempo y de haberse puesto en ventaja con un golazo del Pitu Gonzalez, el equipo no tuvo la decisión necesaria para tratar de encaminar el triunfo y dejó agrandar a un Central que, aprovechó los errores rivales y en base a ganas y actitud se lo terminó ganando justamente. Un equipo en formación que tiene mucho por corregir y mejorar.

Difícil de analizar el partido que hizo el Cervecero. Porque no fue superado claramente, pero se fue entregando solito a las fauces de un elenco rival al que todo le costó demasiado pero con mayor ambición y decisión generó la diferencia a su favor, cuando el partido entraba en la instancia decisiva.

La primera media hora fue de pleno estudio. Dos conjuntos a los que les costaba mucho desequilibrar. Largos, apresurados, faltos de resolución en materia individual, por eso casi que ni se agredieron. Por eso, no llamó la atención que ante las dudas del local, fuera el QAC quién se animara primero e intentara algo más…Unos desbordes por el costado y las chances de pelota quieta insinuaban que algo podía pasar.

Y fue por esa vía que llegó la diferencia. Gracias a la excelente pegada de Arnaldo González, los dirigidos por Quattrocchi se pusieron en ventaja con un tremendo pelotazo. Y podía haber conseguido una distancia mayor, si es que Hipperdinger le acertaba al arco ante pleno desconcierto de los rosarinos.

Pero la historia fue distinta desde el primer minuto del tramo complementario. Presión en campo contrario, más movilidad ofensiva y completa decisión de arrinconar al adversario, libreto sencillito pero que tuvo efectividad velozmente. Pese a que no encontraba profundidad, un error de Martínez al querer cederle la pelota a su arquero, no hizo más que servirle en bandeja a Central la opción que tanto estaba buscando. Abreu empató el partido después de un rebote.

Pese a que en la jugada siguiente Klusener le acertó al travesaño, tras un desborde de Sarmiento, eso sería lo único de un Quilmes que se sacó un desaprobado enorme en ese segundo tiempo. Los cambios le dieron más opciones defensivas, pero lo siguieron acorralando contra el arco propio. Por eso, pese a caer en baches, el Canalla siguió merodeando el arco. Primero fue Benitez el que tapó una clara con las piernas, pero en la jugada siguiente no pudo hacer nada ante un balazo tremendo de Delgado que se coló en el segundo palo.

Ya no hubo reacción y pese a subir con todos los futbolistas en la última, esa acción solo sirvió para que Central liquidara el juego con Acuña en un contraataque. La nueva apuesta de Quilmes dirá que no tuvo un final feliz en su primera presentación. El DT necesitará seguir buscando, aunque sabe que en el medio también deberá obtener resultados positivos que le den la tranquilidad necesaria para seguir probando.