Increíblemente o no, en el Día del Mate, Argentino de Quilmes jugó uno de sus peores partidos en lo que va del campeonato. Ni siquiera la arremetida sobre el final, que hizo pasar varios apuros al dueño de casa, pudo impedir que el equipo sume una nueva derrota. En el encuentro marcado por la amistad entre ambas instituciones y la presencia del público que viajó desde la barranca quilmeña a Ezeiza, fue Tristán Suarez quien se quedó con un triunfo para cortar su mala racha.

En un encuentro que estuvo enmarcado por la confraternidad de dos instituciones que se respetan, valoran y mantienen una gran relación desde hace décadas, el trámite del partido tuvo mucho de eso. El primer tiempo pareció casi un pacto de no agresión. Apenas una clara en los pies de Sebastián Arias y poco más, mostrando la chatura general y el pobre funcionamiento de los dos equipos.

El inicio del tramo final fue distinto. Más enchufado el Lechero, lo terminó aprovechando al convertir en una de sus primeras ocasiones importantes frente al arco contrario. Fue Fabián Garay el que terminaría convirtiendo el único tanto del partido cuando apenas iban diez minutos. A partir de ahí, el tramite se abrió y, por aciertos y fallas, los dos contaron con ocasiones para poder convertir.

Lo mejor del Criollo se vio en el último cuarto de hora, donde dejó pasar buenas oportunidades (una de Nahuel Figueredo entre las más importantes), un poco también producto de la seguridad del arquero Rodrigo Lugo. Seguramente, el empate le hubiera caído mejor al tanteador pero los merecimientos no terminar de hacer zafar a un Argentino de andar reprobado en Ezeiza.

El paso del tiempo hará que este compromiso se recuerde como la vuelta del publico celeste a acompañar al equipo fuera de casa, la confirmación de una amistad entre dos clubes que sigue más fuerte que nunca y una derrota que marca una pequeña involución deportiva, que obliga a Monzón y a sus dirigidos a tratar de terminar de la mejor manera el año, jugando en casa ante el Deportivo Armenio.

Foto: Vermouth Deportivo